Muerte y resurrección

Muere totalmente para poder nacer totalmente. 
Y entonces sabes: 
cada momento hay que morir 
para cada momento volver a ser lozano, joven…, nacer. 
Esto puede suceder a cada momento, 
y una vida verdadera consiste en muerte/resurrección. 
Sucede cada momento. 
Cada momento hay que morir al pasado; 
sólo entonces se vuelve disponible el presente…, 
Y sólo puedes estar absolutamente en el presente 
si no tienes ningún deseo de estar en ninguna otra parte en el futuro, 
si no tienes ningún deseo de ser otra persona. 
Esto es lo que llamo iluminación».
                                                                   
Osho.
Me chirría cuando alguien dice: “Esa persona es muy negativa o tiene una energía negativa.” La energía es energía y punto y como energía que es, es positiva y negativa al mismo tiempo. Somos nosotros, dependiendo del momento o la situación que estamos experimentando los que lo vemos positivo o negativo. Los juicios son baratos y no valen para nada. Yo puedo prejuzgar a una persona por vivir una situación para mi negativa. En ese caso destaparía mi ignorancia. Porque ese prejuicio que he hecho sobre esa persona, puede ser el paso necesario para poder después deslumbrar más que el Sol.
En la vida vivimos y morimos continuamente. Desde el momento justo que dejamos el vientre materno muere un ciclo rompiendo el cordón umbilical y empieza el primer nacimiento en el mundo; muere la infancia nace la pubertad y así sucesivamente vamos cerrando episodios para abrir otros. La muerte es necesaria para empezar a vivir y morir no es renunciar al pasado, somos un cúmulo de experiencias, de todo lo vivido, de lo traído de otras vidas… Para ser sin darnos cuenta el complemento perfecto de nuestro entorno.
Fijaos en la primavera, nace y muere todos los años más o menos el mismo día a horas diferentes, viene todos los años pero nunca habrá dos primaveras iguales y por muy cargado que venga de flores nunca serán las mismas.
Nunca lo podría decir mejor que osho. Vivir en el pasado o vivir en el futuro es estar muerto.
Jesucristo muere y resucita. Para unos en sentido literal y para otros en sentido figurado.
 La filosofía del peregrino es vida, muerte y resurrección. El peregrino se despoja de todos sus bienes, se enfrenta a su propia muerte para encontrarse con su resurrección.
 La vida es el camino que nos permite morir y resucitar en cada instante para convertirnos en mejor persona.                                                                                                                                                                         
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                                         Siso Santos.




Danzar el cuerpo y la voz

         Todo es movimiento, desde el universo infinito hasta la más íntima célula todo esta en continuo movimiento. Los planetas, los ciclos, las estaciones, el mismo cuerpo (un mundo dentro de nosotros). El movimiento es la vida. Danza significa movimiento y biodanza vida en movimiento.
Somos cuerpo, mente y espíritu y nos comunicamos a través del movimiento y la voz. Nuestros estados de ánimo, emociones, deseos… todo lo que nos afecta o modifica en algo nuestro estado o cuerpo energético lo trasmitimos a través del movimiento y la voz.




Es nuestra herramienta para seducir, comunicar… Pero cuidado! También la trampa que nos puede delatar. Yo siempre digo a mis alumn@s «Mentirme mandándome un correo o un watssap». El movimiento y la voz son los reflejos de nuestras emociones, miedos, frustraciones, deseos y alegrías. Una profesora de teatro decía: «Cuando veas una función de teatro cierra los ojos y sabrás si lo hacen de verdad».
Siempre me gustó el trabajo corporal, movimiento orgánico,  expresivo, la biodanza… La liberación del cuerpo y la voz es la liberación del alma. Como una persona se mueve y actúa en biodanza es como lo hace en la vida. Si corregimos actitudes en la danza, en la ficción, en el juego, lo hacemos en la vida también. La voz es el reflejo de nuestras emociones por eso cuesta tanto sacar la voz (la verdadera voz) en la clase, es desnudar el alma y da pudor.
La clave de todo es la respiración.
 El bebe es un ser perfecto. Respira con toda naturalidad inflando los pulmones en cada bocanada de aire abriendo y cerrando el diafragma sin esfuerzo ninguno. Los adultos decimos cuando el niño llora con potencia: “¡Qué buenos pulmones!”. Que buenos pulmones no, que buena respiración y que bien apoyado en su diafragma. El bostezo es una respiración sanadora que a medida que vamos creciendo se nos va reprimiendo. Bostezad mucho, aprended de los bebes.  Es curioso que en momentos de inconsciencia como en el sueño sea cuando tenemos una respiración perfecta.
Hay un centro energético fundamental en el cuerpo que es el punto Hara o tan tien. Está situado cuatro centímetro debajo del ombligo, entre el abdomen y la columna. En las filosofías orientales es el eje del organismo, el punto de gravedad o el centro vital. Es un punto importante para  meditar  o simplemente para posar las manos en un estado de reposo y respirar. Una buena forma para conectar con nuestra respiración. El punto Hara o tan tien es el centro de donde salen las artes marciales, las danzas, es el punto donde las mujeres quedáis  embarazadas y el punto donde el bebé empieza su movimiento. Cuando el niño está sentado o empieza a dar sus primeros pasos se apoya en su centro vital.  Cuanto más nos conectamos con ese punto más conectados estaremos con nosotros mismos.
En la vida nacemos dos veces. Cuando venimos al mundo y cuando somos conscientes de nuestro propio cuerpo y voz.
Danzar con el cuerpo, la voz y la vida

                                           Siso Santos.

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Edén, el jardín del alma “Making of”.

     

           Mi escuela está situada en un patio interior del centro de Madrid. Paseaba con mi perra y esta se dirigió sin más hacia el interior del patio. La llamaba pero no me obedecía, le iba a caer una buena bronca seguro. Cuando llegué al patio los dos nos detuvimos. Había un jardín muy bien cuidado. Un local vacío con ventanales que miran al jardín, una fuente que de aquella no funcionaba pero yo me la imaginaba con el agua fluyendo.

 Mi escuela esta situada en un jardín, que a su vez esta situado a los pies de un jardín que pertenece a un convento. Un sitio mágico que cuando lo vi me dije a mi mismo: “Yo quiero aquí mi escuela.” Pero tenía que  esperar tres años más.
El momento en que la vida decidió que ya había llegado el momento, varias señales me marcaban el camino. Mariposas aparecían constantemente en mi vida: En los sueños, mientras daba clases o simplemente paseando. Quería crear una buena escuela y no tenía ni idea de por donde empezar. Así que puse el cielo a trabajar. Invoqué a mis guías, los médicos del cielo para que me ayudaran, use el tarot, la astrología, la numerología  y el feng shui como herramientas de trabajo.  Esto era el mes de marzo y yo no podía firmar nada hasta la luna nueva de septiembre que era cuando empezaba mi año 1. Tenía que potenciar dos virtudes de las que yo carecía, la confianza y la paciencia.
 Cuando me puse en contacto con el casero para ver el local llevaba meses  cerrado, la sorpresa fue que al entrar (yo acompañado de una alumna y amiga) pudimos observar que una mariposa volaba a sus anchas por la sala. No había duda,  ese era el lugar. Mi intuición y mis sentidos estaban al cien por cien en esa época. De esta forma el cielo o los guías invocados fueron poniendo a la gente que iba a formar parte de la escuela en mi camino.
La parte sin duda más dura y complicada para mí sería la parte técnica: Ayuntamientos, permisos, licencias, planos… No sabía por donde empezar. Lo primero que me pedían es un plano del local. ¿De donde sacaba yo a alguien que me hiciera ese plano con todo lo que me pedían? Yo pedía a mis guías y a los médicos del cielo que me llevaran ellos. No sabía ni por donde empezar. Cerca de mi casa veía en un local a unos chicos siempre trabajando con ordenadores pero no tenían ni cartel ni nada. Mi interior me decía pregunta aquí. Estaba desesperado y qué podía hacer, pues confiar en lo que invocaba. De esta forma conocí a Nacho Redruello. Yo pregunté casi con vergüenza si sabrían hacer un plano y resulta que eran arquitectos. Algo tengo que confesar que noté en él. Pues poco después me aparecieron arquitectos de hijos de alumnas que se dedicaban a  hacer proyectos y licencias. A Nacho no lo conocía de nada ni tenía referencia ninguna de su estudio Ping Pong Arquitectura  pero si supe desde el principio que tenía que ser él. Incluso le pedí que hiciera el logotipo y me vio a la primera: “La flor” con los colores de la armonía (verde, azul, ocre y rojo).  Contaré un secreto que él aún no sabe. Nacho Redruello es un maestro y su carta del tarot es el mago.
Poco a poco fueron apareciendo los profesores. El primero fue Paco Vilches, el profesor de yoga. Trabajábamos juntos dando clases en un centro cultural de Madrid, nos veíamos solamente en el cambio de hora. No le conocía de nada ni mucho menos como daba una clase. Pero me bastaba verle para saber que le quería a él. Conocía otros profesores de yoga, pero cada vez que me cruzaba con Paco una voz dentro de mí me decía: Es él. Se lo propuse y no dudó. Ahora que le conozco puedo decir que  Paco Vilches si fuese una carta de tarot sería “la templanza.” La carta de la sanación por excelencia. Ve a la gente, sutilmente se introduce en ella, y sin darse cuenta el alumno transforma su dificultad en fluidez.
A Carlos Palacios ya lo conocía, fue mi profesor de kung fú en la época en la que yo deseaba enfrentarme a mi violencia y descubrí una herramienta completamente sanadora. Sin duda le quería a él. Lo busqué y lo encontré. Carlos Palacios si fuera una carta del tarot sería por supuesto la fuerza. Con su aspecto tranquilo puede derrumbar sin esfuerzo un león.  Y en cambio no se puede encontrar a un hombre con un corazón más noble y puro.
David Gavilán llegó más tarde. Desde el principio deseaba que hubiera clases de tao yin en la escuela. Yo había practicado tao yin combinándolo con kung fú, mientras me metía de lleno en el mundo del reiki. Tengo que reconocer que fue un crecimiento muy importante para mí a nivel personal. Llamando a uno de mis antiguos profesores me recomendaron a David y desde el principio entró en su casa. Su carta de tarot serían los amantes, es el joven que se aventura sin miedo a  nuevos caminos, abierto a nuevas experiencias y conocimientos en la vida en una sincronización perfecta entre el yin y el yang.
Yo asumí el papel de madre tierra, ofreciendo mis experiencias y los conocimientos que me dieron. Pero los míos no bastan. Por eso para mi es un honor que otros profesores y maestros engendren  la semilla de sus conocimientos en esta escuela que siempre estará abierta para todos los que quieran compartir.
 Agradezco con todo mi corazón  el entusiasmo, el cariño y la fuerza de mis alumn@s que  fueron la energía yang necesaria para que todo esto diera luz. Vosotr@s creáis el jardín.
Edén, el jardín del alma.

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                                                          Siso Santos.

Edén. “El día que fui madre”

       

         

           Cuando fui avanzando más en mi nueva vida de la sanación y de la enseñanza, más eran las  ganas que crecían dentro de mí de ser madre. Se puede ser madre de muchas maneras, yo lo fui a la mía. Deseaba crear, formar una escuela, un lugar para la sanación… Ofrecí mi cuerpo, mi enseñanza, mi experiencia y un compromiso en la vida para seguir creciendo y aprendiendo. De esta forma nació mi hijo. Edén.
Quiero crear un lugar abierto para cuando alguien se sienta perdido pueda pedir auxilio, como lo he pedido yo y no me avergüenza decirlo. Un lugar abierto para que la gente pueda aprender, ofrecer o simplemente estar.   Mi objetivo es cuidar,  enseñar y amar a mi hijo todos los días, con el deseo de que cada vez sea más fuerte, sabio y vaya formando  su propia personalidad. Y cuando llegue el día que yo me tenga que ir, mi propio hijo pueda seguir con el  objetivo de ser “un punto de encuentro.”
Sería estúpido por mi parte decir que todo es merito mío. No es verdad, no lo es, nada de esto habría sido posible si el cielo no me fuera poniendo la gente idónea en el camino en el momento preciso. En la próxima entrada os contaré como se fue formando la escuela.  Hoy sólo me limitaré a compartir mi experiencia como madre. Si en ese momento yo fuera un elemento yo sería la tierra (la madre tierra) el elemento más yin de todos. La energía yin es la que parece que no está, porque es muy sutil, en cambio lo envuelve todo. Ni siquiera  yo puse el nombre a mi hijo. Fue en un sueño, un pensamiento claro y rotundo invadió mi mente y su nombre me despertó: “Edén, el jardín del alma”.
Eso era, un jardín. Mi hijo habita en un jardín. Un jardín esta lleno de diferentes y variadas flores. Las personas somos variadas y diferentes entre si y en cambio todos tenemos la misma esencia: El alma. ¿Quién puede destruir una flor? Podemos arrasar todo un terreno de flores y en cambio vuelven a resurgir.
El jueves (día de Júpiter)  19 de septiembre de 2013 con el poder de la luna llena nace mi hijo Edén. Lo recibimos en una meditación. Alumnos, amigos y algunos profesores estaban en el acontecimiento. Echamos de una forma simbólica dinero al centro de energía que habíamos creado, no había permitido hasta entonces que hubiera entrado dinero pues la entrada del primer día de dinero marcaría la inauguración. Yo como madre he escogido el día de nacimiento de mi hijo y le cielo me lo respetó
Cuando ya nos despedimos y nos fuimos cada uno a sus sitios respectivos, yo volví sólo a la escuela. Aún estaban las velas encendidas en cada uno de  los puntos cardinales, el olor del incienso y la fragancia de las flores permanecían en el ambiente. Me dirigí al centro del círculo de energía. Un escalofrió recorrió mi cuerpo. La emoción me embargó, me desplomé y lloré de una felicidad tan grande y pura que agradecí todo lo vivido hasta entonces. Todo valió la pena por sentir ese tierno y dulce abrazo de mi hijo.

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                                                     Siso Santos.

Omar Rossi (mi primer maestro)

 Siempre te recordaré Omar sentado detrás de tu órgano tocando cada tecla en sonido de piano, mientras tus alumnos te seguíamos o intentábamos seguirte con nuestras voces. A mí  me costaba un mundo y tú me decías con tu  sonrisa: “Siempre se puede más que lo que uno cree”
Yo era muy joven. Buscaba el amor casi de una forma desesperada, olvidando quererme a mi mismo. Las noches, las fiestas, el sexo y las drogas formaban parte de la rutina de mi vida. “Tienes una personalidad muy especial y mucho talento” me decías. “Te estás echando a perder”. Yo tenía una vida por delante y tú una vida vivida para saber lo que hacía y a donde iba. Todas las acciones tienen sus consecuencias y yo viví las dos cosas.
Me hundí en lo más hondo que se puede hundir una persona. En la desesperanza de uno mismo. Entonces apareciste tú y me cogiste del brazo. Yo tenía el alma rota y el cuerpo martirizado por los efectos secundarios de los tratamientos del vih de esos años. Me colocaste delante de un espejo para que me mirase en él y allí frente a frente a mí mismo me desplomé. Lloraba, gritaba y maldecía con todas mis fuerza, mientras tú me  vigilabas atentamente en un segundo plano, observando como mi rabia y mi desesperación fluían libremente por todo mi ser.  En el momento que empecé a calmarme te acercaste a mí, me abrazaste por los hombros y me ayudaste a incorpórame, me volviste a colocar frente al espejo  pero esta vez no me dejaste sólo, te quedaste a mi lado y me dijiste: “Ahora ya podemos empezar a trabajar”.
Me enseñaste a hablar, corregiste mi dislexia a golpe de trabalenguas y a pesar de mis miedos y vergüenzas me hiciste cantar. Cuando salía de tus clases era como tener el poder de volar por las calles de Madrid ¡Y como volaba Dios mío! Me regalaste un texto de Borges lleno de vida que siempre ocupará un lugar en alguna pared de mi casa. De repente una trombosis y tu alergia a los medicamentos decidieron que te ibas. Y yo me sentí huérfano de ti.
Tú siempre serás mi primer maestro Omar Rossi.
Siempre serás el primer escalón en esta trayectoria que durará mientras viva.
Te llevo en el alma Omar.
En el jardín del alma.

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                                                       Siso Santos


El alumno

          Un maestro mío me dijo una vez: “Nunca sabrás lo que sabes hasta que lo enseñes, en ese momento tu alumno se convertirá en tu maestro.”
Nunca me imaginaría yo dando clases o dedicándome a la sanación y sin embargo, sin yo saberlo, la vida me llevaba directo en ese camino. Todo lo vivido hasta ese momento  era la vivencia y aprendizaje para lo que vendría después. No quiero decir que ahora no tenga nada más que aprender, espero que siempre que queden cosas, pero si antes el miedo me paralizaba y me autodestruía, ahora el miedo es una herramienta de aprendizaje que a veces hasta me divierte y siempre me permite andar.
Yo sobre todo quería trabajar en el mundo del espectáculo. Hacía trabajos esporádicos, animaciones por la noche y los alternaba con otros trabajos como de teleoperador para ir viviendo. De repente me ofrecen unas clases de expresión corporal en un centro cultural. Estaba feliz, me imaginaba gente joven y yo dando clases en cosas relacionadas con teatro, movimiento expresivo… ¡Qué más se puede pedir a la vida Señor!
De repente entro en la clase (lo voy a decir con todos mis respetos como lo sentí en ese momento) me encuentro un carro de viejas mirándome de arriba abajo. La más directa  dijo amenazándome: “No se lo que es expresión corporal pero nosotras venimos a hacer gimnasia o nos vamos” Un jarro de agua fría cayo por encima de mí porque no podía entender lo que estaba pasando. Después me explicaron que expresión corporal es como llamaban antes los centros culturales a las clases de mantenimiento para no tener problemas con los gimnasios “Cosas de ayuntamiento.”
Me sentí timado, engañado. ¿Qué podía hacer en ese momento? Prótesis, artrosis, mujeres sin pecho, problemas de memoria… Nunca pensé que una hora pudiera durar tanto en mi vida.
Cuando acabé la clase como pude, entre rabia, impotencia y terror de no hacer daño a nadie, me tiré sobre mi teléfono móvil para llamar a la agencia que me había contratado: “¡Sacadme de aquí ahora mismo!” Estaba tan furioso que parecía estar poseído por un demonio. “Quiero que se me de otra cosa. He dejado trabajos para estar aquí y me habéis mentido. ¡Sacadme de aquí ya!” Me pidieron que me quedara una semana mientras buscaban a alguien y verían donde me podrían ubicar. Acepte el trato. ¿Qué otra cosa podía hacer?
Invocaba a mis guías, me hacía reiki, manejaba todos los instrumentos de movimiento expresivo y tao yin que practicaba como alumno, pedía ayuda a amigos que eran entrenadores y preparaba clases sobre la marcha dejándome guiar por la energía y las necesidades del grupo.  Dejé de mirarme yo y observaba a los alumnos. Era fascinante ver los cuerpos y entender que hablan solos. La intuición me decía este ejercicio para esta persona si, esta que haga este otro, esta tiene mal el hombro por ejemplo y sin habérmelo dicho era verdad. Era como entrar tímidamente en un mundo que me daba respeto  pero a la vez me estaba produciendo cierto encanto. Así transcurrieron los dos primeros días.
El tercer y último día de la semana era la despedida. Hicimos una clase especial  con mucha música, y terminamos en una relajación. En realidad era reiki pero no dije nada. Puse a unas alumnas  tumbadas y otras poniendo sus manos sobre sus compañeras. Les dije: “Dejaos llevar”  Inconscientemente fueron posando sus manos con mucha suavidad en puntos muy concretos para el reiki. Algunas durmieron, otras se emocionaron y entre todas se creaba un vinculo que sólo el brillo de nuestro ojos delataba. Una alumna asturiana con problemas de memoria dijo en voz alta: “Esta gimnasia es muy rara pero tengo que reconocer que entro por esa puerta y se me olvida que tengo dolor” Algo se removía dentro de mí. Se me acercó  al oído y me dijo: “Tú no serás un curanderu desus” Me entró la risa y la pena por ser mi último día.
Cuando llamé a la empresa me dijeron que no habían encontrado a nadie. Me pidieron que me quedara una semana más. Le dije a mi jefe que no buscara más. Me quedaba con las clases. Al colgar el teléfono me entró una especie de vértigo “¡Dios mío que he hecho¡”  Y al mismo tiempo la extraña sensación de haber llegado a un lugar hermoso.
El primer año tuve dos grupos, el segundo cinco, el tercero nueve con listas de espera en todos los grupos. Aproveché para estudiar “técnicas corporales aplicadas a personas mayores y/o con déficits sensoriales,  mentales o físicos”  y la formación de “biodanza”. Trabajaba de voluntario en la cárcel y en la asociación de Horizontes Abiertos. Dando clases también a extoxicómanos la mayoría de ellos con problemas de salud en estado muy avanzado.
He sido una persona muy privilegiada en poder prepararme  y tener a vosotros mis alumnos “mis maestros” todos los días dándome vuestras enseñanzas. Gracias a todos mis alumnos porque yo nunca sería maestro si vosotros no estuvierais enseñándome a mí a vivir.
Gracias desde el jardín del alma.
                                                                    Siso Santos.

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El misterio del camerino (segunda parte)

El misterio del camerino
2º parte
“Superación García
Para superarse día a día…”
Actriz, bailarina, modelo y cantante.
“Vengo de un planeta muy lejano en otra galaxia, donde los cánones de belleza son completamente diferentes a los del planeta Tierra. Yo en mi planeta, aunque parezca extraño creerlo, no era más que una chica cualquiera.  Me juntaba con mis amigos Superman, Supergirl, Superhéroe, Supermercado… y hacíamos planes para el futuro. También venía con nosotros mi querida y odiada amiga La Peñasco. Ella lo conseguía siempre todo. Todas queríamos ser como ella y todos los chicos se enamoraban perdidamente de La Peñasco. ¿Cómo poder competir con una belleza de ciento noventa kilos, llena de granos por todo su cuerpo y con un aliento fétido que enamoraba a todos los hombres? Yo jamás conseguí tener un grano. Ella los tenía todos.
Superman fue mi primer amor y la gran decepción de mi vida. Un día descubro a Superman con la hija de la gran puta de La Peñasco retorciéndose en el suelo como cerdos. Me dio un ataque de celos que me moría. Dios mío… Mándame un rayo que me parta. Pero Dios no me miraba a mí. Sólo tenía ojos para La Peñasco. Llena de frustración abandoné mi planeta y vine a la tierra, donde la gente sois más vulgares y corrientes. Y creé mi propia escuela de modelos.
Advierto a todos los hombres que me estéis leyendo. Antes de que terminéis este texto estaréis enloquecidos de amor por mí.  Os suplico que controléis vuestros impulsos. No tengo corazón y cuerpo suficiente para satisfacer a tanta gente. En el fondo soy humana…”
Esta era la historia de mi personaje, actuaba en despedidas de soltero, cenas de empresas, congresos… trabajaba en un hotel de la Gran vía y  en discotecas. Fui la imagen de una empresa de animación y de una cadena de gimnasio femenino. Cuando terminaba de actuar me vestía de calle  y cruzaba la sala con mi maleta donde estaba el publico sin hablar con nadie para que  no me reconocieran. Conservando así “el misterio del camerino.”
Hasta que un día llego él. Fué en una discoteca de  Madrid. Mi personaje estaba como animadora de sala interactuando  con el público. De repente apareció entre la gente y me dijo: “Como me pones guapa” Lo tomé simplemente como uno más del local y no le hice ni puñetero caso. Pero si hablaba con alguien o interactuaba de alguna forma él interrumpía; Yo decía para mí “que pesado”.  Y a solas me decía cosas subidas de tono que a mí me descolocaba.  Empecé a fijarme en él y me gustaba; siempre me tenía una copa a su lado, hablamos, reímos, nos calentamos  y terminamos dándonos el tlf y correo.
 El se fue con sus amigos y yo me quedé conservando el “misterio del camerino”. Nadie se había enterado de la magia que había ocurrido entre nosotros. Estuvimos un tiempo mandándonos correos y mensajes. Me pedía fotos en las que solo podía estar vestida de drag queen, no quería verme para nada de chico. Que nada rompiese la fantasía que se había creado. Fantaseaba que le hiciera masajes vestida de drag queen, que fuese su amante secreta.  
El primer día de nuestra cita, cuide hasta el último detalle de vestuario y maquillaje, excepto la purpurina, evitando llevarse rastros de mí. En el momento que entro en mi casa nos buscamos y nos besamos como locos. Había tanta tensión sexual acumulada que no podíamos esperar más.  “Quiero que seas mía. Me tienes loco. Que seas solo para mí” Le abracé con fuerza asistiendo al deseo de ser suya.  Deseaba sentirle todo lo posible. Que los dos cuerpos fuesen uno sólo. Nuestras caricias y abrazos eran el baile sincronizado de dos amantes que estaban surgiendo. El erotismo, la pasión, la magia y el morbo crecían por momentos hasta explotar los dos juntos en un solo clímax.  
La historia duro algo más de un año. El siempre buscaba el morbo y la fantasía del primer día. Pero a mí cada vez se me hacía más duro ser una amante secreta que ni siquiera era yo, era un personaje. Poco a poco fui descuidando el maquillaje y el vestuario para ir surgiendo yo, él me tiraba pitadas, y empecé a tener celos de mí. Un día que tenía muchas ganas de verme le dije que no tenía  tiempo en prepararme. Insistió que le daba igual, que quería verme. Me mostré como era yo.  No hubo pasión, ni amor, ni magia,  ni siquiera besos.  Sólo un orgasmo por su parte. Cuando se marcho supe que no volveríamos a vernos. Sentí un golpe sordo en el pecho al cerrar la puerta, la liberación de ser yo mismo y el peso de la soledad de una cama vacía.
Las Hadas no pueden tener pareja.
No, las hadas no. Pero yo si…

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                                                                 Siso Santos.


El misterio del camerino (primera parte)

1º parte
“Las hadas, como la mayoría de los seres de luz,  pueden amar y ser amadas pero nunca pueden tener pareja. Si lo hicieran, se apartarían de su misión de guiar a sus protectores.”
Coincidía que yo trabajaba por las noches de drag queen cuando empecé a estudiar e investigar sobre los guías espirituales: Algunos fueron antes materia (humanos), otros son Ángeles, seres de luz,  médicos del cielo… Cada uno tenemos nuestros propios guías, pero lo importante es que podemos contactar con ellos, conocerlos o pedirles ayuda. Por ejemplo a través de una meditación los invoco y puedo hacer un tratamiento con ellos a través del agua o comunicarme con esa invocación a través de la escritura automática o simplemente en una sesión de reiki. Gracias a ellos pude entender muchas cosas en mi vida. Pídeles ayuda y te darán lo mejor para ti (Que no tiene que ser lo que quieras tú).
Sé que mis guías vienen de los espíritus elementales de la naturaleza (Hadas, duendes, gnomos…) Sé que si dijera que los he visto me tomarían por loco así que sólo diré que los he sentido. Cuento esta pequeña introducción para poder narrar mejor esta historia. Una historia que empieza en un camerino.
Llevaba poco trabajando de drag queen en despedidas de soltero y locales de Madrid. Yo al principio no era una buena drag queen, lo tengo que admitir, se me daba fatal el maquillaje. Sólo el maquillaje de una buena darg queen es una obra de arte. Una base completamente blanca para tapar las sombras de la barba, con pegamento y un cepillo estiraba las cejas y después extendía carne artificial. Con una base de maquillaje especial para espectáculos formaba  una mascara neutra en la cara, después empezaba a pintar y darle forma a los ojos, primero uno y después el otro, terminando con las pestañas postizas, labios, pómulos y sombras, polvos blancos para dar luz y terminamos con brillantina. Echas un poco en la palma de la mano lo besas y soplas, te queda justo el brillo que tiene que tener los labios y el resto sobrante se esparce volando por el espacio. Es el toque mágico del ritual.
Esa noche actuaba en un pueblo fuera de Madrid, me llevaba una maleta con mis bártulos: tacones, peluca, maquillaje, ropa… Ya de casa  salía afeitado y depilado. Era un restaurante bueno de cenas que empezaban a hacer espectáculos y yo debutaba  por primera vez.
Me estaba maquillando tranquilamente con toda la calma del mundo y bebiendo mí agua, dejando atrás el mundo rutinario de mi vida para empezar a reencarnarme  en mi personaje. Cada pote o sombra que me echaba en la cara era un paso más alejado de mí y más cercano a mi personaje, hasta sólo ser ella.
Faltaba ya sólo para maquillarme mi últimos retoques para los que me miro en el espejo y… ¡Horror…! Se me había olvidado depilarme una axila. Una si la tenía depilada pero la otra no y asomaba un mostacho enorme debajo del sobaco. Me tiré a la maleta con la esperanza de poder tener por casualidad una maquinilla de afeitar desechable. No tenía nada, ni siquiera unas tijeras. ¿Qué podía hacer? Estaba en bragas y en medias y no podía salir a pedir auxilio por que la gente que estaba cenando me vería. Tenía que encontrar a alguien del restaurante. Quizás alguien tuviera una maquinilla de afeitar. Vigile detrás de la puerta, con ella un poco entreabierta a ver si pasaba alguien. Faltan 15 minutos. De repente pasó un camarero. “Por favor ayúdame, necesito una maquinilla de afeitar, a ver si tiene alguien.” Mientras esperaba me puse el vestido, a ver como lo podía solucionar. Era un vestidito corto en color morado que se unía con dos cordones de tirantes en la nuca dejando la espalda al descubierto. No tapaba nada. Vino el dueño del restaurante, “que lo haya conseguido Dios mío” Nadie tenía una maquinilla de afeitar. ¡Ya esta todo listo, cuando quieras empezamos!-Me dijo.  Me miré en el espejo. Me quería morir. “¡SOCORRO…!”
No tenía nada que perder así que decidí probarlo. Terminé de arreglarme, me puse un pelucón rosa precioso y mis botas altas de tacón. Me senté, respiré hondo e invoqué a mis guías. Les sentí, mi cuerpo entraba en calma, de mi espalda salían como dos alas enormes que por supuesto sólo yo notaba. Sabía que era un hada: guíame tú. Cogí mi abanico y ya estaba lista.
El espectáculo empezó y yo me sentía volando sobre los tacones por el salón del restaurante al ritmo de la música. 
“Superación García
Para superarse día a día…”
Actriz, bailarina, modelo y cantante.
Caminaba por el espacio con todos los sentidos a flor de piel, podía percibir y sentir a cualquier persona de la sala. Mis tacones eran dos armas que se clavaban en la tierra y mi abanico, que siempre tuve mucha destreza en su manejo, se había convertido en una vara mágica, que me conducía por la sala…
-Estas envuelta en magia que nos gustas a todos.-  Me dijo una señora.
Yo no contesté  nada. Sólo un guiño de abanico.
                                                               Continuará
                                                                    Siso Santos




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Felicidad

“La felicidad es una sombra de la armonía, sigue a la armonía. No hay otra manera de ser feliz.”
“La vida es tan grande que no hay modo de agotarla. No hay manera. Cuanto más penetras en ella, más vastas son las posibilidades que te abren sus puertas. Si, puedes alcanzar una cima, pero luego hay otra y otra y es un nunca acabar.”
                                                                                              0sho.
Nos pasamos la vida buscando la felicidad, nos creemos que al llegar una meta soñada allí está la felicidad pero las metas no existen, son sólo puertas para otro camino. Cuando ponemos la meta como finalidad, encontramos el vacío.
Si alguien me pregunta si soy feliz, la respuesta es clara: Si, lo soy. 
Mucha gente se llevaría las manos a la cabeza. ¿Cómo vas a ser feliz? No tienes pareja, no tienes estabilidad en nada. Y yo pregunto: ¿Qué es tener? Lo que crees que tienes hoy igual no lo tienes mañana. En vez de tener prefiero crear. Si el amor llega a mi vida no quiero tener una persona para mí, quiero crear una vida con él.  No quiero tener un trabajo que me de esclavitud, quiero crear un trabajo que me haga crecer.
Yo he escogido la vida que deseo y como en todo aprendizaje tengo caídas pero también soy consciente de que la vida nunca me dará una caída de la que no me pueda levantar. El tropiezo es el primer paso para la sonrisa. El niño primero llora y después ríe.
La vida está hecha de momentos sin juicios, ni malos ni buenos, sólo momentos.
 Quiero disfrutar con todos los momentos que alimenten mi alma y me hagan ser mejor persona. Quiero crecer como ser humano para poder entender mejor a la gente y poder ampliar mi proyecto de vida.
Voy a disfrutar de mí y del mundo que me rodea. Con sus despedidas y bienvenidas, con su aquí y su ahora. Envolverme con los regalos que me de la vida. Y el día que me vaya a mi otro lugar decir: “¡Dios mió como he gozado!”.
Gracias a todos los que formáis parte de mi felicidad.
                                                            Siso Santos

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Amor

    

                El amor es la energía vital que nos da la vida. Todo lo que nos ocurre en la vida, absolutamente todo es un gesto de amor.
Cuando estudié el I ching y la filosofía oriental entendí que somos nosotros los que decidimos cuando venimos, que familia escogemos, que queremos experimentar. Todo lo que nos ocurre en una vida es lo que necesitamos para crecer y experimentar. Los acontecimientos que vivimos y las personas que vamos conociendo en la vida son las necesarias para este aprendizaje y son gestos de amor.
Un cuento hindú dice: » Dos almas están en el cielo preparándose para encarnarse en la tierra y una le dice a la otra: 
-Quiero entender lo que es el dolor y el sufrimiento, necesito que me ayudes.
-Te ayudaré. – Le dijo la otra alma – pero con la condición de que luego no me odies.
Hicieron ese trato y las almas se reencarnaron en la tierra. Uno era un gran señor y el otro su esclavo.
El señor le hizo todas la perrerías y maldades que se le pueden hacer a un ser humano.
Cuando vino la muerte se llevó a los dos el mismo día. Cuando las almas dejaron sus cuerpos se miraron, se abrazaron y llenos de amor se dieron las gracias.»
Estamos envueltos y rodeados de amor, ni siquiera el desamor existe, eso es también amor.
El desamor no es mas que permitirme cerrar una puerta con todo mi cariño y agradecimiento a una situación vivida y terminada para abrir otra puerta con todo mi amor y recibir todo lo que la vida me de, que será lo que necesito en ese momento.
Estamos rodeados de amor cuando estamos en el vientre de la madre, cuando nacemos, familia, amigos, enemigos, parejas, trabajos, todo aporta para experimentar lo que he decidido vivir en esta vida.
También es amor cuando vienes tú. Te pones a mi lado o enfrente. Nos miramos y nos vemos, sonreímos. Sin pronunciar palabra me dices: «ya estoy aquí» y yo que no puedo hablar me derrito ante tí. Eso también es amor.
Este texto te lo dedico a ti porque te amo.
                                                                Siso Santos

El corazón de Alá

  
   La espiritualidad y la religión son dos términos tan antiguos como el hombre pero muy a menudo se confunden.

La espiritualidad es el camino personal de cada individuo que le acerca a Dios. La religión es una doctrina basada en creencias, cultura, costumbre e historia de un lugar. Tiene el propósito de mostrarnos a Dios pero con una particularidad, el poder
La espiritualidad es libre porque es personal, nace desde el corazón, la religión en cambio esta marcada por reglas y normas dependiendo del lugar en el que hayas nacido o te hayas criado.
Yo por mi lugar de nacimiento vengo y fui criado en familia católica. Por supuesto sin preguntarme me hicieron católico, para lo bueno y para lo malo fui educado en la religión católica.  Si hubiese nacido en un país musulmán vendría y sería criado en familia musulmana. Por supuesto sin preguntarme me harían musulmán, para lo bueno y lo malo sería educado en la religión musulmana. Así podría ser en cualquier religión pero es tan curioso que las bases de todas sean tan iguales. El cielo y la tierra, el espíritu y Dios, la materia y lo etéreo.
Por eso todas las religiones tienen el mismo fin, mostrarnos el espíritu de cada uno que nos acerca a Dios. Ahora mismo puedo reflexionar mientras medito y dejarme invadir mismamente por el corazón de Alá y que sea el quien dirija estas líneas.
Puedo envidiar al indígena afortunadamente olvidado que allí en un punto alto de la selva entre la tierra y el cielo, entre lo divino y lo humano, justo en el regazo de Dios contempla y admira la belleza de la vida y el mundo. Mientras en un mundo civilizado hermanos se matan entre ellos desde todos los tiempos en nombre de un Dios verdadero que irónicamente habita en cada uno de nosotros. Nunca una matanza o un crimen fueron en nombre de Dios, es en nombre del poder.
Que nunca se use el nombre de Dios en vano.
Que nunca más se manche de sangre el corazón de Alá.
                                                        Siso Santos.

El arte como sanación.

El arte no es una cosa sino un camino.
Elbert Hubbard

La observación de la naturaleza y la meditación han generado el arte.
Cicerón

El arte es la expresión de los más profundos pensamientos por el camino más sencillo.
Albert Einstein

El arte es la mentira que nos permite comprender la verdad.
Picasso

Los espejos se emplean para verse la cara, el arte para verse el alma.
G
eorge Bernard Shaw


Citas de filósofos, intelectuales o artistas. 
Ahora la cita sería la que crease nuestro propio artista o nuestro propio filósofo describiendo el arte: “Para mi el arte es un instrumento perfecto para crecer, expresarse y comunicarse con el mundo”.
He de confesar que yo nunca he querido dedicarme a la sanación, fue el camino de la vida el que me fue llevando hasta ahí. Yo quería ser artista, soñaba sobre todo con el teatro, escribir o bailar. Me imaginaba e inventaba historias que me servían para evadirme de la vida. En mi mundo imaginario tuve una infancia feliz. Ya los mayores se encargarían de castrarme todos los sueños. “Eso no sirve para nada.” Pero se equivocaron, fue el primer paso de mi sanación.
Cuando llegue a Madrid a estudiar arte dramático tenía apenas 20 años. Disléxico. No tenía ni idea de nada. Hablar cara al público me aterraba y me temblaba todo el cuerpo. No sabía respirar y mi voz no era capaz ni de proyectar una sola vocal que pudiese entenderse. Fue el trabajo constante del movimiento expresivo el que me mostró que tenía un cuerpo. El esfuerzo de mi profesor de voz, por conseguir que pudiese articular palabras; incluso cantar. Las clases de interpretación, estar cara al publico… “¡Cuántos monólogos habré hecho Dios mió!” Parece que estaba predestinado. De una forma u otra nunca he dejado de trabajar cara al publico.
Y por supuesto los análisis de texto. Leer a Shakespeare, Lorca, Ibsen, Anton Chejov, Terence Williams… Entender y construir  un personaje sin juicios, comprender que no hay malos ni buenos, solamente circunstancias… Y sin ser consciente en aquel tiempo tenía la clave para el primer paso de cualquier sanación… EL PERDÓN. 
William Shakespeare dice en hamlet: “Hay cosas en el cielo y en la tierra que nunca podremos entender…”  Obviamente es un genio.
                                                                                    Siso Santos.

Caminando entre hadas II

Continuación…
        De repente todo quedó en calma. La energía densa, oscura y amenazante iba amainando como la niebla, dejando tras si una energía clara y acorde a la armonía del lugar.
Las hadas volaban por el patio siempre por sitios donde la vista del peregrino  pudiera alcanzarlas indicándole que entrara, parecía que la casa había aceptado su visita y le abría sus puertas. Tímidamente entró.
 A partir de ahí vivió realmente una experiencia mágicaLa casa físicamente no había cambiado nada, pero sí su manera de verla. La podía ver desde su interior, desde la mente. La podía ver como había sido realmente en su tiempo. El patio de  entrada estaba bien cuidado, con plantas y había un hórreo que ya no existía. En los establos había vacas, un par de cerdos y caballos. En la cochera un carro en buen estado  que se usaba para la labranza.
 Subió las escaleras de piedra hasta el piso superior, el balcón era de suelo de losa y lo vestía una barandilla de madera que ya no existíaLas habitaciones de la casa estaban vacías, sólo el esqueleto roto de una cama metálica permanecía en una habitación pero el peregrino lo veía todo lleno de vida. Contempló el paisaje desde el balcón. Lo que ahora eran silveras y matorrales en un tiempo atrás fueron campos de labranza. Una voz dentro de él, como si alguien le estuviera hablando mentalmente por telepatía, le susurraba y le mostraba la historia de esa casa.
 “Hemos sido muy felices en esta casa, hemos vivido aquí generaciones. Hemos vivido de la tierra, del campo, del  ganado, bajábamos al río a  moler el grano en los molinos… e incluso podíamos aprovechar para pescar. Trabajábamos para la tierra y la tratábamos y ella nos alimentaba. Hemos sido muy felices en esta casa”  Mientras la voz le  confesaba al peregrino su historia, él por su parte recibía imágenes en el interior de su mente. Ir y venir de gente, la casa en perfecto estado, los campos plantados… La vida en estado puro. El corazón del peregrino latía con fuerza.
 “El tiempo es algo que va cambiando y modificando continuamente, aunque la tierra nunca deja de ser tierra. La gente empezó a irse, cambiaban el campo por la ciudad incluso a veces despreciando a la propia tierra. Nos fuimos quedando solos… Lo que en un tiempo fueron plantaciones, después con un poco de huerta llegaba para nosotros dos. Un día Nuestro Señor llevo a mi marido con él. Yo no estaba sola. Estaba con la tierra. Alguien decidió que no era lugar para mí y me llevaron a una residencia. No recuerdo más. En mi siguiente recuerdo ya estaba en la tierra”  El peregrino se estremecía con cada palabra.
 “Ahora conocerás el secreto de esta casa.”  Sin saber el por qué el peregrino  hipnotizado por la magia del lugar y por la experiencia vivida  se dejaba guiar sin saber a donde. Descendió las escaleras, atravesó el interior de la casa por la cuadra y se encontró de repente en un patio interior, allí en medio de las ruinas fue testigo de algo realmente bello. Dos castaños frondosos del tamaño como de tres cuartas destacaban entre las ruinas. Llegaban a poco más de las rodillas del peregrino. “Estos castaños están absorbiendo todo la energía y todo el amor de esta casa. El día en que sean suficientemente fuertes e independientes la casa caerá, mientras protegerá a estos castaños.”  
 El peregrino lloró absorto entre emoción y agradecimiento. “Ahora debes irte”. Dió las gracias a todo el lugar y abandonó la casa… 
Una vez fuera el peregrino se  dió cuenta de que ya no estaban las hadas. Parecía que hubiera ocurrido un instante pero habían pasado horas. No se había enterado de la mochila para nada, la llevaba pero no notó su peso en ningún momento. No estaba cansado, no tenía molestias ni sueño… Era como empezar andar por primera vez el camino por que estaba completamente fresco y descansado.
 Fue  llegando a Samos cuando se encontró con peregrinos de nuevo. Recordó las hadas y supo sin duda que las encontraría más veces a lo largo de su vida y así ha sido y así será.
 Tan claro lo tiene que ha creado un jardín. 
 En el jardín del alma. 
                                                                                  Siso Santos.

Caminando entre hadas.

Permitidme que esta anécdota la cuente como un cuento.

 

Había una vez un peregrino que venía haciendo el camino de santiago desde el Bierzo. Se encontraba en la etapa de Triacastela a Samos. Si Samos es mágico de por si, el camino a él es todo magia.

 

Era el mes de agosto y hay muchos peregrinos en esa época, es conveniente madrugar para coger sitio en los siguientes alberges, así que a las cinco de la mañana estaba en pie.

 

Para llegar a Samos hay que pasar por varias aldeas que parecen sacadas de cuentos encantados, rodeados de bosques frondosos y molinos de agua. En una de estas aldeas es donde empieza esta historia. 

 

Nuestro protagonista nunca pudo recordar el nombre de esa aldea y nunca pudo encontrar a alguien que se lo pudiera decir. Sabía que estaba atravesado y rodeado por un río y que en medio del pueblo había un puente para cruzar el río de un lado a otro. Hasta ese sitio fué acompañado de peregrinos, no volvería a ver ninguno más hasta haber terminado la aventura.

 

Al salir de la aldea había un cementerio pequeño también a la orilla del río. Sólo el sonido del agua y los cantos de los pájaros mañaneros se distinguían en medio de tanta paz, potenciando todavía más la armonía del lugar. Se sentó, quería inspirar y llenarse de toda la magia y la fuerza de la naturaleza que allí reinaba. Cerraba los ojos y se llenaba de vida.

 

Al abrir los ojos se vió rodeado de mariposas deambulando por su alrededor. No parecían tener miedo a su presencia. Se levantó y se puso en marcha para no retrasarse. Las mariposas le acompañaban como marcándole el camino. Jugueteaban entre ellas y se cruzaban delante de él como si nada. El peregrino estaba asombrado tanto por su belleza como por su presencia. De repente un presentimiento claro y rotundo invadió todo su ser. No son mariposas. Son hadas.

 

Siguiendo el sendero entre robles y castaños llegaron a una desviación que les apartaba del camino para llevarles a una casa enorme y deteriorada. Las hadas cogieron esa desviación camino a la casa pero deambulaban por el mismo sitio sin avanzar. Era como si le estuvieran invitando a seguirlas. La casa solitaria en aquel lugar del bosque le llamaba la atención y decidió seguirlas.

 

Era un caserón precioso de piedra típico de la provincia de Lugo. Se diferenciaba perfectamente que la parte baja había sido una cuadra y una cochera. Aún se podía ver dentro un carro de caballos deteriorado con la madera podrida. Una escalera de piedra llevaba al piso superior donde una balconada presidía todo el frente uniendo la puerta principal con otras secundarias y ventanas. Aunque la mayoría de puertas y ventanas o no existían ya o estaban rotas. 

El acceso a la casa era por un patio exterior, con una entrada de coche de caballos y tenía una muralla de piedra caída por varios sitios. Fue al entrar en el patio cuando ocurrió todo. 

Una energía densa salía de la casa y no le dejaba avanzar. Las piernas se le paralizaban. Era una fuerza que rompía la armonía del lugar. Era como si alguien, algo o incluso la energía de la  propia casa lexpulsaran de ese sitio. Retrocedió con la intención de marcharse, estaba asustado.

 

Una vez fuera se detuvo y miró a la casa, era como si tuviera vida. Como si una energía oscura se encargara de que nadie entrara ni invadiera ese lugar. “Luz… Luz…”  “Luz para todos…” Gritaba el peregrino desde el exterior a la casaPoniendo símbolos de reiki al aire (poder, luz, amor…) con la intención en su ignorancia que esa energía pudiese sanar o aliviar en lo que pudiese hacer falta…


De repente todo quedó en calma. La energía densa, oscura y amenazante iba amainando como la niebla, dejando tras si una energía clara y acorde a la armonía del lugar…


 

                                                                                  Continuará.

 

 

 

 


Recordando la Cárcel de Estremera

   No me daba miedo entrar en una prisión, lo que me daba miedo era no estar a la altura de las circunstancias, al fin y al cabo: ¿Qué podía aportar yo dando clases de risoterapia? 
Así fue como empezó todo. 
Era una mañana fría y soleada de invierno. Me llevaban en coche trabajadores de EstremeraTenía el estomago lleno de mariposas. Era como tener la primera cita con un hombre que te gusta mucho. Quieres que todo salga bien pero parece que metes la pata en todo.
Cuando me encontré a solas con los internos en el aula taller donde íbamos a dar la actividad, el  primer pensamiento era: “¿Qué hago yo aquí?”. Aunque lo mismo también pensaban ellos, ya que algunos iban obligados.  Ellos me miraban como diciendo que coño es la risoterapia y que hace aquí este maricón.  Yo sabía que lo tenía todo en contra. Eran hombres y con sus cuerpos estáticos cada uno marcaba bien su sitio y su virilidad. Contactos mínimos…  
¿Cómo poder llevarlos a mi terreno? Empecé poniendo  música para ayudar a relajar y respirar.  Hiciera lo que hiciera estaba juzgado desde el principio. 
Tenía que romper el ritmo“Tenéis razón esto es una mariconada. Vamos a hacer un ejercicio de confianza”.  Cogí un taburete alto y lo puse en medio. “Uno se subirá a él, cerrará los ojos y se dejará caer de espaldas… Los demás lo sostendremos con las palmas de las manos y lo bajaremos al suelo con cuidado”
“¡Ni de coña!” Decía uno. “Esta bien, si tenéis miedo subiré yo primero”. Y así lo hice. Alguien me amenazó. “En la cárcel ocurren accidentes” “Pues espero que no sea hoy el día”.  Estaban descolocándose y poniéndome nervioso. 
“Preparados” Cerré los ojos. “A volar…» Me deje caer de espaldas al vacío, un montón de manos me elevaron,  querían impresionarme, casi tocaba el techo. Yo gritaba, decía que para soltar tensiones…. ¡¡¡Una porra!!! Me daban miedo las alturas. Sólo los más perspicaces podían notarlo porque una risa floja y tonta me delataba.
Una vez en el suelo un gitano de edad muy madura me dijo: “eres muy valiente al hacer lo que has hecho”.  “Como os voy a pedir que confiéis en mí si no confío yo en vosotros.” Se hizo una pausa.
 No sé que pasó pero uno a uno fueron subiéndose al taburete y se dejaban caer de espaldas. Las tensiones desaparecieron. Empezamos a jugar. Hubo risas, después terminamos con una relajación.  Hicimos reiki. Ponían manos libremente donde lo sentían y se dejaban fluir… Al terminar el gitano me dijo: “Es la primera vez que me olvido que estoy en la cárcel.  Te doy las gracias”. Mis ojos se llenaron de emoción.
Se creó un grupo. Trabajábamos desde la energía que teníamos en ese momento. Hacíamos teatro, biodanza, risoterapia, reiki… o simplemente hablábamos y  compartíamos…
Fuí dos días de prueba al Centro penitenciario de Estremera y me quedé tres años. Siempre fuí recibido por los internos con dos besos, un abrazo o si me daban la mano me la daban de verdad y con una buena mirada.
Doy las gracias a todos los trabajadores del centro penitenciario de Estremera, al  Padre Garralda y su fundación “Horizontes Abiertos” por haberme dado su confianza.
¡Ah! Se me olvidaba… No he vuelto a tener miedo a las alturas…
                                                        Siso Santos


El día en que el Reiki llegó a mi.

         El Reiki llego a mi vida como la mayoría de las cosas importantes. Por “casualidad”.  Yo buscaba algo nuevo en mi vida. Cambios. No sabía  cuales, ni mucho menos por donde buscar. Además tenía el obstáculo más poderoso que puede tener el ser humano. EL MIEDO.
Me daba miedo absolutamente todo. Antes de empezar cualquier cosa nueva,  aparecían todos los pensamientos negativos y  me aturdían. Eso me daba rabia y frustración, provocando la mayoría de las  veces dejar las cosas a medias o sin terminar.
Una cosa que me aterraba infinitamente era la agresividad. Los gritos y la tensión me paralizaban. Yo he sido un niño  maltratado e incomprendido  por una educación muy convencional en una ciudad pequeña y militar. Nada apropiado para un niño que le gustaba jugar con muñecas y ser artista.
Pero ahora si quería pelear con el mundo, enfrentarme a todos mis miedos y avanzar, para eso decidí hacer kung fu. En mi fantasía me imaginaba pegándome con  hombres muy duros y venciéndoles. La rabia me consumía.
Un día caminando por la calle por  “casualidad” encontré una escuela de Tao. Entre todas las actividades  estaba  kung fu. Mi desilusión fue entrar y enterarme que no había grupo de kung fu. Mi gozo en un pozo.
Pero la casualidad como siempre está predestinada. Un grupo de gente se reunía para intercambiar Reiki en ese lugar a esa misma hora. Yo conocía el Reiki de oídas. Algo de imposición de manos para trasmitir energía. Poco más. Me invitaron a probarlo y acepté.
Todo me fascinaba. El lugar mágico de la sala, la cantidad de gente que había para dar y recibir Reiki, la “paz” que se respiraba… Todas las camillas estaban ocupadas así que me toco tumbarme en el suelo. Un hombre vino, me  pregunto mi nombre y me puso las manos en la cabeza. “Casualidad”mi futuro maestro.
Sentía la energía pasar por sus manos y como recorría todo mi ser. Mi cuerpo amplio y voluminoso pero muy ligero. Todo en mí y todo el lugar era energía pura. Las lágrimas corrían por mis mejillas sin darme cuenta. Y allí estaba yo: embriagado por la emoción, tumbado en el suelo, flotando por el espacio, envuelto en rayos de  energía  blanca, rosa y violeta… Un solo pensamiento venía a mi mente: “He llegado a casa”

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Al día siguiente me hice sanador de Reiki de primer grado de la mano de mi maestro. Una bella flor en el jardín de mi alma…

Os espero otro dia aquí… en el jardín del alma.

                                                              Siso Santos

Día mundial del sida

Yo tenía 25 años cuando me diagnosticaron el vih. (En aquella época me sentía mayor). Yo vivía mucho en la noche, las drogas, creyendo ser grande para comerme el mundo y en realidad era un niño que buscaba desesperadamente amor…
Supe exactamente cuando me infecté; no fue una noche especial, nada que hubiera salido de la rutina del mundo de la noche: Beber, drogarse, ligar… Pero esta vez algo fue distinto. Lo sentí dentro de mí.  Después de haberme entregado a un hombre desconocido, como lo hubiera hecho otras veces. Un presentimiento me invadió. No puedo explicar el por qué. Pero mi pensamiento fue: “Ya esta aquí.”
A los pocos meses después de haberme hecho unos análisis rutinarios. Me llamaron por teléfono de mi centro medico, yo estaba con un amigo, querían repetir lo análisis decían. Yo lo sabía todo. Cuando el medico me vio estaba más nervioso que yo. ¿Como me lo comunicaba? Yo era un niño… Vinieron enfermeras… Yo les dije: “Doctor no se preocupe, hable con tranquilidad. Lo se todo” 
 Los nervios se calmaron para todos y empezó a hablar y a dar ánimos. Yo le dije al medico. “Ningún hombre ha podido nunca conmigo, tampoco podrá este bichito. Yo le venceré” Y salí todo digno de la consulta. Fue la primera vez en mi vida que deje de ser niño.
Cuando salí de la consulta y me encontré ya en el exterior. Algo había ya cambiado las calles, el cielo, la gente iba y venia, hablaban. Para mi eran solo voces. El cuerpo me pesaba. El alma estaba tan llena de dolor: miedo, angustia… Pesaba… Pesaba mucho. Las rodillas se doblaban no sostenían el peso. Y allí sujeto en una farola  y sostenido por mi amigo. Quería gritar. Gritaba con todas mis fuerzas para poder liberarme tan solo de algo que me permitiera respirar.  Pero  pesaba todo demasiado: Me ahogo… Me ahogo… Me muero!!!
Y si. Algo se moría. Pero para poder nacer algo mucho más hermoso. Mi propio ser. Ahora me tocaba por primera vez en mi vida  ser yo. A mi el vih me ha salvado la vida…

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                                            Siso Santos.


Volver a empezar.

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    Mi vida no es mejor ni peor que la de nadie, simplemente es la mía. Tampoco busco ser un ejemplo a seguir. Afortunadamente estoy lleno de defectos, que los iréis conociendo de a poco para que nadie se asuste. Mis defectos me hacen ser consciente de que soy persona. Normalmente nuestros defectos son los guardias de nuestros lastres.
 Soltar lastres…
  
Mi objetivo en este blog es en primer lugar hablar desde el corazón.  Si alguien se puede sentir identificado  o valerle de ayuda en la situación que viva en este momento, alguno de los comentarios o temas que se hablen en este blog, habrá sin duda valido la pena.
Deseo sentarme, meditar, escribir… y dejar que las ideas y los temas fluyan desde el jardín de mi alma… Mi vida. Con todo lo que eso conlleva: Rencor, miedos, drogas, enfermedad, caer, levantarse cuando crees que ya no puedes levantarte, sonreír, sanación,  perdón, amor… 
Perdonarse y amarse, reglas claves para ser libre y feliz.
Yo se lo que es caer, vivir con miedo, con no querer vivir, que es morir. Tocar fondo. Pero a veces en ese fondo tocando pie resurges, aparecen manos y ves que vale la pena vivir y te das cuenta que no eres quien creías quien eras. Eres luz, amor… Y no, no reniego de mi pasado. Le doy gracias, por que gracias a lo que fui  hoy soy lo que soy…
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Os espero otro día aquí… en el jardín del alma.
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                                                                    Siso Santos.