Contemplar el amanecer por detrás de las estrellas


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Contemplar el amanecer por detrás de las estrellas
Me desperté y me di cuenta que estaba rodeado de destrucción. La tempestad que asoló mi vida lo había destruido todo. Mi cuerpo era testigo de las heridas de lo que había ocurrido. Mis sueños estaban esparcidos por la tierra rodeados de desolación. El amor como cristales rotos, aunque fuesen punzantes, no dejaban de brillar por si solos.
Lloré con el cuerpo roto extendido por el suelo. “¿Qué puedes ofrecer ahora a la vida?” Preguntaban algunos y otros poniendo caras de pena y lastima decían que todo pasará mientras escapaban de mi vida. Sólo una soledad cada vez más grande crecía como una fuerte marea que lo inundaba todo.
Fue justamente ahí. En la pérdida total, en el miedo más absoluto y en la impotencia más grande cuando el recuerdo de un sabio vino a mí mente. “No hay nada que nos ocurra en la vida que no estemos preparados para ello.”
He de confesar que no me consoló la frase. Cuando la desolación inunda, quedamos atrapados en nuestro miedo y en nuestro dolor impidiéndonos ver más allá de nosotros mismos. La meditación me ayudó. Buscar en lo más hondo de mí para llegar a lo que más me pudiera acercarme a mi idea de Dios. 

Cogí unas cartas de Osho que tengo para meditar de mensajes de Budas “El maestro de los maestros” y Buda contestó:
“La vida es básicamente insegura; solamente la muerte es segura (Seguro de vida) son términos contradictorios; solamente puede haber seguro de muerte. La vida es una aventura peligrosa; solo la muerte es segura; por ello, las personas que quieren vivir con seguridad mueren antes de fallecer, y las personas que viven sin peligro alguno no viven en absoluto.
La única forma de llegar a ser dueño de uno mismo es entrando en lo desconocido sin miedo, o entrando a pesar de todos los temores. “
Mi cuerpo se abandonó, mi mente fluía sola por sus propios pensamientos y mi alma volaba libremente por espacios que no controlaba ni diseñaba. La magia de una dama vestida de blanco en medio del mundo astral que me envolvía me dijo mentalmente a través de una sonrisa. 
“No solo es real todo lo que se ve. Aprende a contemplar el amanecer por detrás de las estrellas; justamente donde nadie lo mira, pero en cambio siempre está iluminado.”
Volé entre colores rosados y violetas por un firmamento estrellado y me cubrí de la energía de los astros. Cuando abrí los ojos, nada en mi entorno había cambiado, estaba rodeado de la misma destrucción y desamparo. Pero el fondo de mí si estaba trasformado. ¿Tenía miedo? Sí. Tenía y tengo. Pero me vence las ganas de caminar. 
Ahora si puedo mirarte a los ojos y no quitar la mirada. Puedo extenderte mi mano y caminar a tu lado por el camino que ahora nos une. Te invito a vivir la aventura de esta vida como un regalo de aprendizaje y de misterio. El miedo se transforma en intriga y la intriga en deseo. ¿Quieres caminar a mi lado?  Soy un caminante con un sólo propósito. Llegar a donde el amor me lleve…
Desde el jardín del alma…
                                                    Siso Santos.
 

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