Otoño “El principio de un ciclo”.

         Los colores ocres de los campos, la caída de las hojas, el viento más frío, la lluvia y los días cada vez más cortos anuncian la llegada del otoño.

Para el I ching (El libro de las transmutaciones y el libro más antiguo del mundo) es el periodo de recogimiento. Un momento ideal para el hogar, estar con nosotros mismos, aprender, transmutar desde nuestro interior para después florecer en primavera. Abandonamos la energía yang del verano para introducirnos en la energía yin de la naturaleza. El yin es la energía sutil femenina que parece que no está, apenas se nota, pero en cambio lo ha acaparado todo.

El guerrero abandona los días del sol para transmutar desde su interior, reencontrarnos con nuestra esencia (por eso en otoño estamos más tristes y apagados) y volvemos a la carga en los días largos. Pero no hay que verlo como algo negativo, todo lo contrario es la oportunidad de crecer desde nuestro interior para ofrecer más a nuestro mundo en los días de luz. Es la época ideal para estudiar, meditar, formarse, crear y empezar proyectos para como una flor abrirse en plena primavera.

Es curioso que en culturas tan diferentes, lejanas y dispares apuntan al otoño como lo mismo. Para los celtas es el principio de año. Abandonamos los días de luz para encontrarnos en la época de la oscuridad, en el hogar, en el descanso del cuerpo para estar fuertes en los días de luz.

De ahí celebramos ahora halloween, siempre llamado fiesta de difuntos. Yo recuerdo de pequeño en Galicia siempre celebramos esa fiesta con «magostos» (fiesta tradicional donde el pueblo se reúne alrededor de hogueras para comer castañas asadas y beber vino) Estas fiestas vienen de la antigüedad. Antes se hacían en el monte como ofrenda a los muertos pues los celtas no tenían templos. El templo era la naturaleza. En las casas también encendíamos velas dentro de calabazas que se ponían en las ventanas para marcar el camino a los muertos y mi abuela nos hacia collares de castañas a todos los nietos.

Halloween por supuesto no existía, era y es la fiesta de los difuntos. La noche más larga del año. La noche en la que estamos más unidos los vivos y los muertos. El fin y el principio del año nuevo Celta.

                          Siso Santos.

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