Mi primer amor, mi mejor amigo.

 Es hermoso despertarte a la mañana y la primera imagen que venga a tu pensamiento es la de la persona que amas. Es más hermoso todavía saber que la persona que amas cuando se despierta piensa en ti. Sobre todo si eso ocurre en tu primer amor. Dicen que  los primeros amores son agridulces. Supongo que para irnos preparando a las hieles y a las mieles del camino sentimental que a cada uno le va a tocar recorrer.  Pero puedo decir lleno de satisfacción que ese hombre aún hoy en día es mi mejor amigo. Y después de todas las cosas vividas y compartidas juntos, no tengo la menor duda, que lo será toda la vida.
No puedo empezar este texto diciendo el día en que te conocí. No se cuando te conocí, pues nos conocemos de toda la vida. Hemos jugado toda la infancia ingenuos e inocentes a lo que podía significar la palabra amor y mucho menos el sexo. Éramos niños  que jugábamos como niños desconocedores por completo de lo que iba a llegar a suceder.
Fuimos creciendo de apoco, sin dejar de ser niños fuimos creyéndonos mayores. Yo me enamoraba día si día no de cada chico que aparecía por mi lado y me sonreía. Yo era  el patito feo de un pueblo donde era herido todos los días por mayores y pequeños. Tú por el contrario eras el chico del que todos querían ser amigo y gustabas a todas las chicas. Tengo que confesar que al principio no me fijaba nada en ti. Más bien me parecías un pesado. Yo lloraba desconsolado por las esquinas por un muchacho que por supuesto no me hacia caso.
Tú lo sabías. Todos lo sabíais. Yo había abierto mi corazón a ese muchacho y él hizo una reunión en su casa para contar a todos los amigos la noticia. Mientras algunos en principio se cortaban conmigo tú me venías  a buscar en  bicicleta todos los días. No me pedías nunca que te explicara nada.  Solamente estabas a mi lado, dando paseos en bicicleta, bañándonos en el mar, jugando a ahogadillas. A ti te gustaba una chica y yo tenía el corazón herido por lo que había pasado. Pero de repente empezamos a hablar y no dejamos de hablar nunca. Hablábamos, nos contábamos todo sin secretos. Pasábamos noches juntos en tu casa o en la mía. Hablábamos toda la noche riéndonos, contado lo que pensábamos y de lo que seriamos de mayores. Hasta caer rendidos ya de agotamiento casi al amanecer.
Hablábamos tanto que incluso en los inviernos que tú que te ibas lejos no dejábamos de escribirnos. Nos hemos escrito durante años. Hemos mandado tantas cartas que aún hoy en día tanto tú como yo aun las tenemos guardadas. Tú me decías que te gustaba recibir cartas mías que era como encontrarme en la calle y hablar conmigo. Que escribía muy bien y debía escribir siempre. Fíjate después de los años  estoy escribiendo de nuevo. Y te vuelvo a escribir una carta a ti.
La adolescencia nos cogió  de lleno. Tú te habías convertido en lo que yo te llamaba como un “putero” gustabas a todas las chicas y no te privabas de nada. Lo de “putero” lo sabes bien que lo decía porque me estaba empezando a dar celos. Yo en cambio estaba empezando mi propia guerra con el mundo. Me  pintaba los ojos me ponía camisas transparentes con pantalones de campana y bolsos. Y empezaba a probar mis primeros porros de hachís.  Me acuerdo la primera vez que me viste con mis pinturas de guerra. Te quedaste parado mirándome y yo te dije a la defensiva. “¿Te da vergüenza que te vean conmigo?” Y tú me contestaste muy rápido: “A mí no. ¿Y a ti conmigo?”. “No”. Dije yo.  “Pues no vuelvas a decirme eso nunca” Reconozco que me ahí me venciste  y en ese momento supe que te quería.
Cuando eran las fiestas del pueblo. Tu siempre me sacabas a bailar y eso hacia que los demás chicos se animaran y me sacaran a bailar también. A pesar de que os gustaban mucho las  chicas hay que reconocer que yo era más divertido y lo pasabais mejor conmigo. Además empezábamos a probar los porros y ellas todavía no fumaban. Además vosotros erais muy hombres pero quien tenía los huevos para ir a pillar era yo. Había que ir al puerto de Ferrol. Un barrio casi abandonado donde solo se encontraban los antros donde estaban lo mejor de cada casa. Putas, yonquis, traficantes… Vosotros quedabais fuera y yo me metía en el bar. Me pedía una cerveza y pillaba 500 o 1000 pts de costo. Al principio reconozco que me imponía mucho pero después ya iba con más tranquilidad y como sabía que después de pillar iba a haber fiesta yo ya merendaba en el antro del puerto un vaso de leche con donuts.
Siempre recordaré una fiesta en especial. Tú tenías novia en tu ciudad y una amiga en el pueblo. Pero serían las luces, la música, el alcohol o los porros. Me abrazaste en la oscuridad y me dijiste que me querías que era una persona muy especial para ti. “Siempre, siempre serás mi mejor amigo. Si fueses una chica yo sería tu novio y si yo fuese gay también lo serías” Nos besamos. Fue dulce y tierno. En tu abrazo el mundo se detenía. Había besado antes a chicos pero ese fue mi primer beso de amor. Era amor en estado puro. Llegaba la chica celosa buscándote como una loca, llorando… y nosotros nos separamos. Fuiste corriendo a tranquilizarla me imagino para evitar también  que nos viese. Ella que era la otra en tu relación de pareja que todos sabíamos se sentía celosa de mí. Y como una premonición me quedé solo en la calle contemplando la luna de agosto reflejada en el mar.
Pasaron los años. Tú empezaste con tu novia actual. Yo  había actuado de chica después de problemas y movidas en la plaza de mi pueblo. Fue un antes y después. Salió en el periódico vino gente de otros pueblos. Dejé de ser el maricón del pueblo, para ser de pronto querido por todos. Todos los chicos en las fiestas me sacaban a bailar. Además modestia a parte a mi se me daba bien… Jajaja. Me invitaban a beber y a más cosas. Tú te enfadabas. Me decías: “Claro como eres el gay pues eres majo para todo el mundo. Pues esos antes de reían de ti.” Es verdad, pero las cosas habían cambiado. Y yo ya no tenía miedo a andar por la calle. Tú decías que querías alguien para mí. Pero nunca nadie valía la pena.
Hemos peleado, enfadado, reñido… Hemos tenido celos, nos hemos hecho daño. Pero la verdad de todo es que nunca a pesar de todo hemos dejado de tenernos cariño. Y siempre en todos los momentos que nos hemos necesitado hemos estado ahí. Si! La historia de mi primer amor hace muchos años que terminó. Pero cuando terminó una empezó la otra. Mi historia con mi mejor amigo…
El 28 de junio es el día del orgullo gay. Para muchos es sólo una fiesta. Pero quiero recordar que para que pueda ser hoy una fiesta durante mucho tiempo, mucha gente  ha tenido que pasar muchas humillaciones y vejaciones. Por eso este texto te lo dedico a ti Francisco. Yo no tenía más remedio que pasar por lo que tenía que pasar por mi condición, por la época  y lugar que trascurría todo. Pero tu no tenías por qué y libremente decidiste estar a mi lado acompañándome. Por eso fuiste mi primer amor y por eso serás siempre mi mejor amigo.
                                                         Siso Santos

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“La historia de una personita muy grande dentro de otra pequeña”

    
         Había una vez una personita pequeña que habitaba en un lugar tan cercano, tan cercano  que podía  vivir justamente dentro de ti.  Esta personita vivía en el interior de otra persona de tamaño mayor que podría ser cualquiera de nosotros. Un día como otro sin pleno aviso, sin acuerdo, sin nada que lo hubiese programado antes, las dos personas que habían convivido juntos largo tiempo se encontraron por primera vez. No fue buscando en el interior, ni siquiera mirándose de frente… Todo lo contrario, las dos personas miraban un punto en común. Contemplaban y admiraban el horizonte.
La persona de mayor tamaño solo podía describir hasta donde la luz de sus ojos le permitía llegar. La personita de menor tamaño en cada imagen veía una historia, le ponía forma, color y  dibujaba con toda su ilusión una vida como un artista. Pero nunca podía imaginar que esas historias algún día podían hacerse realidad.
Pasaron otoños y primaveras, inviernos y veranos.  La persona de mayor tamaño contemplaba como pasaba la vida por sus ojos, quería subir a un tren pero no podía. Deseaba vivir las historias que la personita de menor tamaño dibujaba en su mente. Eran historias repletas de luz y de amor. “Necesito de tu cuerpo” le decía la personita pequeña a la grande “Yo solo habito en tu mente”. La persona grande quería saltar,  abandonar su voluntad llena de miedos y dolor  para permitir explorar la voluntad de  la personita pequeña. Pero no pudo hacerlo. Su propio miedo se había convertido en una red en la que él mismo estaba atrapado.
Un día la persona pequeña de tamaño grande, que sólo podía mirar el horizonte sin plantearse nuevas historias de colores, de tanto mirar a la lejanía no se percató de una piedra que había en el camino, tropezó con ella, cayó y rompió las piernas. Nunca más pudo andar.
La persona pequeña de tamaño grande lloró amarga y desconsoladamente, no por el dolor que le producían sus piernas rotas, tampoco lloraba por no poder andar. Lloraba desconsoladamente por todo lo que no había andado hasta entonces. La personita grande de tamaño pequeño que habitaba en su mente lleno de amor le susurraba en el oído: “No llores por todo lo que no has andado, no hace falta unas piernas para andar, hace falta un corazón latiendo con fuerza cada momento.”
Y el corazón latía con la fuerza de un mismo león. Tanta luz salía de su interior que su propia red formada de miedo, rabia y dolor emocional se fundía transformándose en puro amor. No había nada que temer pues tampoco había nada que defender. Su alma era tan libre como la de un bebé. Las dos personas hicieron un pacto, a partir de ahora serían una sola. Sin darse cuenta sus piernas empezaron a andar, a bailar, a saltar, a correr… Y recorrieron un jardín lleno de flores tan grande como el mundo.
En el jardín del alma….
                                                                 Siso Santos.


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TAO

    Quiero presentaros esta semana a un compañero y amigo de mi escuela. Es el profesor de tao yin y le estoy muy agradecido por su labor en el centro y por compartir esta experiencia con nosotros…
                                     Gracias David

Hola amigas y amigos del Jardín del alma, soy David el profesor de Tao Yin del EDEN y quiero compartir con todos vosotros mis experiencia vital con el Tao y como me cambió la vida.

       Antes de tener mi primer contacto con el Tao, trabajaba en un laboratorio farmacéutico, en turnos de mañana, tarde y noche. Mi vida era un caos, ya que dichos turnos se nos avisaban con dos o incluso un día antes, por lo cual no podía planificar mi vida personal. Vivía por y para la empresa, era un jovenzuelo, que había conseguido su primer trabajo después de años de estudio y tenía que demostrar a la empresa y también a mí mismo mi valía. Esta situación  me llevo a doblar turnos y a trabajar más de 24 H seguidas, a descansar cuando el trabajo me lo permitía. Mi vida era por y para la empresa. Este estilo de vida no tardo en pasarme factura, empecé a no dormir bien, a estar de mal humor todo el día, irascible, era como un animal herido al que cualquier acontecimiento de la vida hacía reaccionar. El estrés y el no tomarme un descanso, hacían que mi carácter día a día fuera más áspero y mis horas de sueño eran pocas y de mala calidad. Comencé a tener crisis de ansiedad y sentía que algo no iba bien, por lo cual decidí poner remedio a esta situación insostenible. 
Me hablaron de hacer Yoga o meditaciones y el que ahora es mi cuñado me recomendó el centro AlmadeTao. Nos acercamos una tarde mi mujer y yo para informarnos y un chico nos habló de una técnica china llamada TAO YIN. Yo en mi mente empírica, forjada en años de estudio científico pensé «esto es una fumada china para sacarte el dinero». El chico nos informó que daban una clase de prueba gratis sin ningún compromiso, ese chico se llama Ángel García, mi maestro y un gran amigo. Yo pensé “No perdemos nada por probar de lo malo sólo perdemos media tarde y si no nos gusta con no volver arreglado”. Por  lo cual accedimos a esa clase de TAO YIN gratis y un martes por la tarde después del trabajo, mi mujer y yo nos acercamos para probar.


Al terminar la clase mi sensación, fué que algo en mí había cambiado, me sentía relajado como en mucho tiempo no me había sentido y lleno de energía. Esa noche dormí  como en meses y la mañana siguiente me lévate lleno de energía y como si hubiera dormido una eternidad. Mi primera reacción fue de desconcierto y ese día en el trabajo estaba de mejor ánimo y las cosas no me costaban tanto. Cuando termine de trabajar compartí mi experiencia con  mi mujer y ella se sentía igual. Por lo cual la semana siguiente fuimos a apuntarnos a TAO YIN dos veces por semana.
Tras este primer contacto con el TAO, atraves del TAO YIN, empecé a  caminar el camino de TAO. Durante 4 o 5 años estuvimos practicando TAO YIN dos veces por semana en Madrid y siempre que podíamos en casa. Yo cada día me sentía mejor, mi humor cambio y empecé a ver la vida desde otro punto de vista. A través de Ángel tuve mi primer contacto con el REIKI,  y como me paso con el TAO YIN mi mente analítica entro en acción saboteando el cambio. Tras mi primera sesión de REIKI, sólo tenía en la cabeza  el aprender esta técnica. Fué un punto de inflexión en mi vida como lo había sido el TAO YIN. Actualmente soy maestro de REIKI con eso os digo todo.
Tras el REIKI, empecé a meditar y hacer cursos de todo tipo; REIKI Karuna, Ángeles, Soberanía personal, Iniciación al TAO, Feng Shui, meditaciones… El cambio estaba en marcha y cada día era más profundo en mí, hasta el punto que cambie de trabajo, ya que ese estilo de vida no hacía otra cosa que desgastarme al tener la sensación de estar nadando a contra corriente.
Tras el cambio de Trabajo, vino casi de la mano el cambio de domicilio. A mi mujer y yo cada vez nos agobiaba más la gran ciudad y siempre que podíamos nos escapábamos a la sierra madrileña, donde nos entrontrabamos totalmente relajados y en armonía. Por lo que nos trasladamos a Soto del Real, un pueblecito de la sierra madrileña, donde actualmente vivimos.
Actualmente sigo caminando el camino el TAO, leyendo todo lo que cae en mis manos, y realizando multitud de cursos Master en TAO, Fusión de los 5 elementos, Mantras, Muerte y transcendencia… Cuanto más profundizo en sus enseñanzas, más quiero conocer de ellas y más en consonancia con mi mente empírica. Ya que en el TAO entra todo y es más racional y lógico de lo que a primera vista parece, os lo dice una mente forjada en la fragua de la razón y del conocimiento científico.  Con la crisis perdí mi trabajo y dentro de mi evolución personal en el TAO, empecé a dar clases de TAO YIN y a colaborar con Javi en su gran proyecto que es el EDEN y este blog. Después de más de 13 años de práctica decidí cambiar de estilo de vida y enseñar a otras personas a andar el camino del TAO.
Gracias Javi por darme esta y tantas oportunidades.


Cuando la vida es un caos.

    Un maestro dijo una vez: “Es muy fácil meditar a las orillas del remanso de un río o debajo de un árbol con el sonido de fondo de los pajaritos. Pero el sabio puede meditar en el barullo del conflicto, de la destrucción o el caos.”
Yo no soy ese sabio. Pues me cuesta, aunque lo intento, encontrar la paz en el dolor físico que me acompaña casi un año, en los calambres que me retuerce las manos y los pies cuando quiero descanso, en la fatiga que me causa los movimientos o simplemente en ver como se desmorona todo mí entorno. Lucho con todas mis fuerzas pero la frustración y la rabia me vencen. “Paciencia me dicen”. Pero la paciencia se convierte en veneno y estalla en rabia.
Mi vida se hundió en un caos. Todo lo que me rodea se paraliza o se destruye.  O eso creía yo. Creía porque no es verdad. El caos es la oportunidad que nos da la vida para desprendernos de mochilas del pasado, es el regalo de liberarnos de nuestros propios fantasmas y el beneficio de poder descubrirnos nosotros mismos como los verdaderos seres que somos. Es volver a nacer para ser mejor persona.
Cuando camino por la calle y la gente me ve ayudándome de un bastón. Enseguida veo en sus caras algo le ha pasado, y me preguntan como con pena que me sucede, si estoy enfermo, etc… No. No estoy enfermo, estoy volviendo a nacer, aprendiendo de mí, cerrando capítulos de mi vida  y abriendo otro nuevo que me llevara a otros. Por mucho que creáis  que la vida esta parada. Nunca se para, todo es un transcurrir de sucesos. No hay silencios mudos ni paradas estáticas. La energía fluye por la vida como la sangre corre por las venas. Y todo queramos o no llega en el momento preciso.  No estoy sumergido en el caos. Me estoy preparando para nacer.
¿Quién dijo que nacer era fácil? El bebe llora desesperado al desprenderse traumaticamente de su mundo de agua en el vientre materno para abrirse paso a otra vida. Eso es un caos, desprenderse o despedirse de nuestra vida, cuyos hábitos, costumbres o viejas creencias ya no te aportan nada. El mundo que conoces se desvanece y  te aferras a él con uñas y dientes pero lo vivido ya no sirve. Y llega el vacío. La nada. El miedo entra en juego y para no enfrentarte a ese vacío te dice: estas enfermo. Es más fácil asumir una enfermedad que el vacío.
Queridos todos los que me leéis. No estoy enfermo, estoy volviendo a nacer. Me siento ese niño que esta encontrándose con un mundo nuevo. Desconozco todo lo que va a ocurrir pero la lucha es fea y estúpida y en las batallas siempre se pierde. No voy a luchar, voy a vivir y aprender todo lo que la vida me enseñe en este proceso. Yo como persona controladora la vida me pide que me abandone y lo voy a hacer. Me tiro de espaldas al vacío y confío plenamente en los brazos de la dulce vida que me sostenga.
No es casualidad que después de escribir esto una amiga me haya mandado este enlace que quiero compartir con vosotros.
“Enlace que te mando”

(Es la primera parte, si no veis las siguientes me las pedís y las comparto)
Estoy volviendo a nacer. Y por cierto cada vez estoy más bello…

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                                                  Siso Santos.

Volar bailando

    Siempre he dicho a mis alumnos que no hace falta ser un buen bailarín para moverse y bailar. Que se muevan y que el cuerpo con su limitación marque las reglas del movimiento pues el cuerpo libre y fluido se combina perfectamente con la vibración de la música que embriaga  el alma.
Me acuerdo un día, dando clases en la cárcel de Estremera, estaba en el módulo de mujeres y puse música para romper el hielo. No se si era el primer día o los primeros días que entraba en ese módulo. La mayoría de las internas apuntadas a mi actividad eran latinas o gitanas. La música ayudaba a la comunicación y al juego a parte de ser un canal de energía que permitía fluir todo tipo de emociones y creatividad.
Recordaré siempre a una de las internas que era mujer de un patriarca gitano. Ella quería participar en la actividad, pero el patriarca no lo permitía sin saber primero que se iba a hacer en las clases. Ponía músicas que ellas seguían libremente, siguiendo pautas que yo marcaba: juegos, danzas, bailes… El patriarca vigilaba sin hacer un solo gesto. Era respetado por todas y yo por supuesto también respeté su papel.  Empecé a poner flamenco (El flamenco es una mezcla perfecta de los 4 elementos. Un canal de energía entra la tierra y el cielo). Las chicas se desinhibieron y volaban libremente en su mundo cerrado. El patriarca con una señal de cabeza permitió a su mujer bailar y esta se integró en el grupo. Al acabar, con un gesto de cabeza el patriarca me llamó a su lado y me dijo: “Los gitanos llevamos el flamenco en la sangre chaval, pero tu lo llevas en el alma. Te felicito.” Pocos halagos me han gustado tanto en la vida como ese.
 Disfrutaba viendo a sus chicas sin entrometerse en nada. Nunca hablaba, solamente de vez en cuando me hacia alguna seña con su cabeza dándome su aprobación.
Ahora en la actualidad que la mayoría de mis alumnas son personas mayores o con problemas de movilidad. Cuando la gente tiene reparo a moverse y se dicen a si mismos no puedo, soy torpe o mil castigos más yo siempre digo que la limitación la tiene la mente no el cuerpo. El cuerpo se moverá hasta donde permita su movimiento y su físico. Lo importante es fluir como el agua, es sentir cada emoción que trasmita la música y el movimiento. La mente es la que pone los juicios, el alma la emoción. El secreto es volar libremente cada movimiento.
Por eso sería un hipócrita por mi parte dejar de bailar ahora que mi cuerpo está físicamente acartonado por dolores y una inflamación en el sistema nervioso. Ahora toca aprender a volar desde mi lugar, desde mi eje, simplemente  disfrutando del movimiento de la respiración o de un solo brazo para poco a poco poder coger el vuelo y bailar. Bailar como bailan los ángeles y las hadas. Volando alto. Muy alto…
                                                  Siso Santos



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El Poder de las Palabras

       
      

            Las palabras no son solo palabras, son mucho más que eso. Tienen el poder de delatar la mente o enviar nuestros deseos al universo. “Ten cuidado con lo que deseas o mandas al universo porque los deseos se hacen realidad.”
Es muy importante entender cómo hablamos o cómo nos comunicamos, al fin y al cabo, es lo que estamos emanando al universo y el universo sin juicio otorga lo que proclamas. Por eso aconsejo siempre agradecer antes que pedir. Cuando pedimos estamos acentuando la carencia de algo, cuando agradecemos estamos dando fuerza a la virtud o bien que nos rodea, estamos abriendo el camino a nuestro objetivo.
Cada palabra que soltamos tienen la energía del aquí y el ahorade este momento, nuestra propia presencia, por eso hay libros que nunca pueden pasar de moda. El autor ha puesto tanta pasión y energía en cada palabra que el tiempo es incapaz de borrarlos, permanece perenne su mensaje a través de los años y los siglos.
El libro de “El secreto” explica muy bien esto. Tenemos todo a nuestro alcance. Sólo hay que creérselo. “No puedo, no se, pero…” Son palabras barrera con las que nos cerramos y nos acomodamos para no llegar a nuestro deseo. La excusa perfecta para no responsabilizarnos de nuestra felicidad y no tener que movernos. El niño que no quiere crecer y echa la culpa a los demás. Recordad siempre esto: Pero es una conjunción adversativa que viene de adversario.  
Alguien me puede decir en este tiempo que me rodea tanto dolor físico. ¿Por qué tienes tú tanto dolor entonces? Igual por que le he dado más importancia al dolor que a todo el amor sanador que me rodea o porque tengo que entender que el dolor es un proceso de sanación de lo que ya no me pertenece. 
Doy gracias por todo el amor, fuerza y salud que me rodea. Me perdono por regocijarme en el dolor, dejando atrás las virtudes que me rodean. Hago las paces con mi propio dolor para entenderte. Cuidaré la parte herida y olvidada de mí que me causa este dolor. Y te doy las gracias por formar parte de esta sanación.
Desde el jardín del alma
                                         Siso Santos

Con Benito, el fallecido, a…

  
  «San Andres de Teixido Vai de morto quen non foi de vivo»
San Andres de Teixido va de muerto quien no ha ido de vivo”
 San Andrés de Teixido es una aldea muy pequeña que tiene una iglesia en la que su campanario destaca en medio de los acantilados. El paisaje es completamente salvaje: Montes, el océano en estado puro, el viento azotando los acantilados (reconocidos entre los más altos de Europa) compiten puño a puño con la fuerza del mar. ¿Como se puede explicar que un lugar aparentemente en medio de la nada, sea uno de los sitios de peregrinación más importantes de Galicia? Eso si, los cuatro elementos se conjugan perfectamente de una forma tan palpable que los puedes sentir dentro de ti. Efectivamente había que colocar un santo en ese lugar apartado del mundo pues es un canal de energía tan claro, es una puerta abierta y directa entre el cielo y la tierra.
 Es muy difícil saber donde nace exactamente un cuento o una leyenda, el paso de los años y las generaciones van modificando y coloreando a su antojo lo que un día fue en un principio. Pero algo permanece perenne y constante, la energía o el mensaje de la historia. Lo que voy a contar hoy es una historia real dentro del misticismo de una leyenda.  Se que es real porque esta historia ocurrió en mi familia y lo voy a contar como un día me lo contó a mí mi abuela materna Bernardina. 
 Son muchas las leyendas y las historias que rodean a San Andrés. Todas las almas pasan por allí en vida o en muerte. Si alguien hace una promesa a San Andrés y esta persona muere la familia es la encargada de acompañar al espirito del difunto para cumplir su promesa. Esto fue lo que ocurrió en mi familia.
 Mi abuela de aquella era muy pequeña. Su familia se repartían ente O Seixo, A Pedreira e San Xoán pertenecientes al concello de Mugardos (Comarca de Ferrol) a tres días andando de peregrinación a San Andrés. Fue precisamente un pariente de A Pedreira quien murió sin cumplir su promesa a San Andrés. Toda la familia estaba en deuda y decidieron partir a San Andrés acompañando el alma del difunto Benito
 Llego el día de la peregrinación, toda la familia se juntaba en el cementerio de A Pedreira para empezar la marcha, iban con sacos de ropa para el camino, mantas y por supuesto la comida para los día de la peregrinación. El difunto es uno más y hay que llevarle sus cosas necesarias para el camino. Manta para dormir y utensilios de la comida. Es el protagonista absoluto siempre hay que tenerle en cuenta. Uno dijo:
 Benito levántate que nos vamos a San Andrés.  
 Y empezaron la marcha. Allí se fueron todos camino a San Andrés en romería con el espíritu del difunto Benito. En cada parada que hacían para descansar o comer o cualquier cosa al tío Benito hay que comunicárselo para que no se pierda ni se extravíe de la familia. Fue en la comida del segundo día de peregrinación cuando ocurre la tragedia. Se extiende las mantas y manteles, se coloca la comida y el vino: quesos, empanada, jamón asado… a todos se les reparte cubiertos y platos incluido claro esta al tío Benito que es un peregrino y un miembro más de la familia. 
– Benito ya puedes empezar a comer.- Le dice uno de la familia. 
Pero ay dios mío!!! Ocurre la desgracia. Cuando recogen la mesa, y se preparan para la marcha. A nadie. A nadie se le ocurre decir al tío Benito que se ponga en marcha. Y allí quedó el pobre espíritu de Benito vagando y perdido sólo en un pinar camino a San Andrés. 
 Nadie se había percatado del terrible desenlace y toda la familia llego feliz a San Andrés. Como siempre al llegar a un lugar tan santo como mágico todos se emocionaron, en ese lugar donde la naturaleza es siempre  puro espectáculo y la magia se respira en el ambiente. A pocos kilómetros de allí el cabo Ortegal marca la línea divisora entre el Atlántico y el mar Cantábrico. 
 Camino del viaje de vuelta dejaron a Benito en el cementerio y le dijeron.   -Ya puedes descansar en paz Benito ya cumpliste tu promesa.-  Pero no. Allí no estaba Benito. Temporales, vientos con toda su fuerza azotaban sin tregua, rayos, truenos, lluvias incesantes como llantos de desesperación. Era el alma de Benito clamando auxilio. Menos mal que una de las matriarcas se despertó una noche con un pálpito en el corazón. “Dios mío hemos dejado al pobre Benito en el monte”
 Ante la alarma se juntó todo la familia. Hermanos, primos, tíos y demás parientes. Esta vez no iban tan preparados. Pero la angustia les apremiaba para avanzar. Por fin encontraron al pobre Benito en el pinar. “Benito vámonos a San Andrés” Y fue a llegar al lugar santo donde también calmo el tiempo. El sol relució y el buen tiempo y la armonía les acompañó de regreso de nuevo al cementerio de A Pedreira. “Descansa ya en paz Benito has cumplido tu promesa” Y Benito se evadió.
                                                             Siso Santos




En el capullo de seda.

     Este viernes pasado volví a reencontrarme con los médicos del cielo, esta vez fuimos guiados en mi escuela por mi compañera Isabel Martínez Gordillo. Es un placer abandonarme de nuevo a la voluntad de los guías, invocarlos y simplemente fluir a donde ellos te lleven.  Este viernes pasado volví a reencontrarme con mi esencia y volví a vibrar de nuevo con mi conexión con las hadas. Este viernes pasado he sentido el descanso de estar protegido y acompañado.
Por fin he entendido por el momento personal que estoy pasando en este momento. No, no estoy enfermo. Aunque llevo casi un año con dolor y apenas pudiendo andar. Los músculos de mis piernas contraídos y mi sistema nervioso muy sensible a los dolores. La frustración, la rabia y la cólera se apoderaron muchas veces de mí. Quiero andar y mis piernas me ponen límites. Se que no estoy enfermo pero mi vida me dice párate, me resisto y me caigo.
Después de la invocación y sintiendo la compañía de los médicos del cielo por el espacio. Isabel se me acercó y me dijo recuerda tu conexión con las hadas. Respiré y sentí el abandono de mi cuerpo. La compañía de mis guías, no estaba solo. Mi alma flotaba y mi cuerpo por unos instantes no tuvo dolor.
“Cambia tu dieta y despójate de viejos hábitos que ya no te son favorables para la vida que has escogido vivir. No estas enfermo. Como oruga has trabajado duro. Descansa. Has creado tu propio capullo de seda. No temas. Cuando rompas el capullo de seda hecho con las vivencias  saldrás convertido en una mariposa. Las alas serán tu fuerza convertida en belleza.” 
He cerrado los ojos y he visto a  la mariposa en la que me quiero convertir.  La Mariposa Atlas es la más grande del mundo  pues llega a medir de unos 20 a 30cm  y una de las más hermosas. Sus colores vivos ahuyentan a sus enemigos creyéndola  venenosa, siendo completamente inofensiva. Vive en el sur de china y una de las características es las propiedades des sus sedas finas y muy resistentes. Permitidme y perdonarme todo este pequeño pecado de vanidad y coquetería.
Mi osteopata José Jiménez, un gran sanador,  me dijo un día: “Ser sanador es un camino difícil, un compromiso continuo con uno mismo y con el mundo.” Yo soy una persona de naturaleza cabezota y muy rebelde lo tengo que reconocer, causándome a veces yo mismo muchas resistencias.   El es un sabio con muchos conocimientos y sabe tocarme la fibra para hacerme a veces reír, pelear y llorar, es sin duda una de las personas claves en este proceso de sanación.
Gracias a todos los que me acompañáis en este proceso.

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                                                           Siso Santos



«O Lobishome». El hombre lobo

“Coídate viaxeiro da bruma e da néboa, sen que te des conta, podeste atopar de súpeto coa trabada calada dun lobishome.”
“Cuídate viajero de la bruma y de la niebla, sin que te des cuenta, te puedes encontrar de repente con el mordisco sigiloso de un hombre lobo.”
Son muchas las historias de los hombres lobo. Galicia es una tierra en particular que tiene muchas leyendas de estas criaturas. Hablan por ejemplo de un asesino que se perdía por los bosques en Lugo vestido con una piel de lobo y se dedicaba a robar y matar de una forma cruel y sanguinaria a sus víctimas arrancándoles la garganta de un mordisco o destripándoles mientras les mantenía con vida para comerse sus vísceras.
Sin duda alguna el hombre lobo más destacable en Galicia es por la época del 1.800, Romasanta, un hombre que apenas media 1.40 y sus rasgos eran más tiernos que varoniles. Era natural de Allariz (Ourense), Romasanta era un hombre culto que para aquella época, sabia leer y escribir. Su profesión era sastre. Quedó viudo a los veinticuatro años tras matar de una forma brutal a su mujer y a su hija de seis años. A partir de ahí se convirtió en vendedor ambulante vendiendo ungüentos fabricados por el mismo a base de grasa humana. Su nuevo oficio le facilitó desplazarse por diferentes localidades para cometer sus crímenes degollando, destripando y mordiendo a sus victimas. El mismo confesaba en el juicio donde fué condenado a pena me muerte que una fuerza sobrenatural y un hambre atroz le empujaban a matar y comer carne humana. Confesó también que fue en un monte con niebla donde la primera vez  se sintió poseído por esa fuerza que le arrastraba a matar. En ese momento estaba vigilado por dos lobos. Mató a su primera víctima acompañado de lobos.
Según la ciencia y la medicina estos hechos estan relacionados con enfermedades mentales como la esquizofrenia o una licantropía clínica que son alucinaciones en las que el paciente cree o se siente un animal.
Una vez haciendo el  Camino de Santiago iba acompañado por una sanadora que conocía mucho el tema de las energías. Ella me decía: cuídate de la niebla, es ahí donde habita la energía del hombre lobo. “¿El hombre lobo?” preguntaba yo. Ella me explicó:
“Todos tenemos energía humana, divina y animal. La energía de la bestia es la que está oculta y escondida en cada uno de nosotros. En la naturaleza la energía de la bestia se esconde en la niebla por eso en lugares de niebla son más frecuentes las enfermedades mentales, suicidios o asesinatos. Cuando camines por la niebla confía sobre todo en tu energía humana y divina para no ser poseído por la energía de la bestia.”
En la vida caminamos muchas veces por senderos y caminos recubiertos de niebla. Buscamos la luz pero no la encontramos, es ahí donde más presente tenemos que tener nuestra energía divina y humana para no ser mordidos nosotros mismos por nuestro propio hombre lobo.
Cuídate de la niebla pero no dejes de caminar. La luz la llevamos nosotros.
                                         Siso Santos





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Boda en la cárcel

   


   El último año de voluntario en el centro Penitenciario de Estremera fue toda una experiencia y un experimento. Empecé una nueva actividad: Teatro terapéutico. En principio empezar una actividad nueva no dice nada, que sea teatro tampoco pero era un reto para mí y para el centro. Antes daba actividades por diferentes módulos pero los internos no se mezclaban y hora se iban a mezclar. Diferentes módulos, separados por conductas, delitos o sexos los iba a tener juntos. Eran casi 50 personas. Tenía el apoyo de los asistentes sociales, educadores, subdirector y hacia falta la palabra más importante, El director.
Recuerdo la reunión que tuve con él en su despacho. “Esto no es un patio de un recreo- Me decía- Es una cárcel. Aquí hay delincuentes y criminales. La gente que se vaya a apuntar a tu actividad no va a ser para estar contigo, es para salir de sus módulos, ligar o ver que pasa por otros módulos. Vas a estar sólo toda la mañana con ellos. ¿Te crees seguro y capaz para hacerte cargo de esto?” Asentí con la cabeza. “Muy bien, como te apoya mucha gente lo vamos a aceptar. Quiero la lista de los apuntados siempre al día, la gente que se dé de baja o de alta. Al primer conflicto se dará de baja la actividad: ¿Esto está entendido?” “Si, si, claro.-Dije yo.- Pero ya verá que contento se va a quedar”. Salí con un subidón tremendo de nervios y felicidad.
A las nueve de la mañana empezaba la actividad. El primero en llegar al salón de actos era yo y poco a poco los funcionarios iban trayendo los internos de los diferentes módulos. En ese momento a solas, paseaba por la estancia y el escenario como marcando el territorio que quería dominar aunque ya lo conocía. Unas semanas antes de empezar la actividad había actuado allí con un espectáculo mío de monólogos donde todos los personajes  estaban locos. “Nosotros mismos”
Poco a poco empezaron a entrar los alumnos. Primero fueron las chicas, siguiéndoles después hombres de diferentes módulos. Algun@s ya los conocía, fueran alumn@s de años anteriores de risoterapia o reiki, otros me habían visto actuar cuando fui con mi espectáculo a la cárcel y otros tanto para nada iban interesados en mí.  El trabajo consistía sobre todo en crear improvisaciones para  desarrollar la creatividad, sacar nuestros propios textos, estar alerta,  hablar en público, defender posturas… Trabajábamos desde la emoción, desde la risa o la agresividad.
Por supuesto que hubo conflictos y tensiones en el grupo. Había gente que sólo estaban interesados en ligar, estorbaban a la hora del trabajo, creaban conflictos entre el grupo y claro está también me salpicaba a mí. Me atacaban de la forma más fácil que podían atacarme pero la que menos daño me hacía. Al fin al cabo estaba acostumbrado, comentaban entre ellos a mis espaldas  de querer ligar con los chicos. Llegó el momento de destapar las cartas. Un día ellos estaban sentados en las butacas del público y yo subido en el escenario. Fui claro y rotundo. “Yo vivo en el centro de Madrid. Me pego una paliza para venir hasta aquí y no cobro un duro, lo hago de forma voluntaria. En Madrid hay muchos hombres con quien poder ligar. Aquí por muchos músculos que tengáis no sería posible ni conveniente. Es a vosotros a quién os convendría más tener algo conmigo que a mí con vosotros pero eso no va a ocurrir nunca. Soy maricón pero no entupido. Aquí hay un proyecto de un grupo de trabajo. El director no cree que lo podamos realizar, o estamos juntos y somos un equipo o no sale. Decidid si seguimos adelante o a partir de ahora yo me quedo en mi casa y vosotros en vuestros módulos.”  Me senté en el patio de butacas entre ellos esperando respuesta. Nadie decía nada. Fueron ellas las que empezaron a hablar. “Nosotras agradecemos lo que estas haciendo y queremos seguir adelante y quien se quiera ir que se vaya y que no estorbe más”.
El grupo continuo. Algunos que no tenían cabida en él  abandonaron por su propio pie y a su vez entró gente nueva. Al final conseguimos ser treinta y cinco personas con ganas de trabajar. Hacíamos improvisaciones. Contaré una anécdota: Improvisábamos atracos de bancos. Unos hacían de empleados, otros de delincuentes, otros de clientes… Pero yo les engañaba y ponía policías ocultos. Mi objetivo era descolocarlos, que estuvieran alerta que hicieran un grupo. Se enfadaban y discutían  entre ellos a ver quien sabía más para robar un banco. Que si uno había robado uno que si otro tres… Que si yo no podía poner la policía sin avisarles.  “Como si la policía os fuera a llamar por teléfono” Les decía yo. Que si yo no tenía ni idea de esto. Yo salté sin pensar: “¿Y qué me vais a enseñar vosotros que estáis presos?” Se hizo un silencio y yo me avergoncé. De repente uno que estaba entre el  público soltó una carcajada y fueron acompañándolo sus compañeros. Hasta terminar riendo todo el grupo. Ahora si éramos un equipo y yo uno más.
 Al final del curso como espectáculo creamos una boda interactiva con el público que serían los invitados del convite. Unos hacían de novios, padrinos, camarera de la boda, otro de drag queen que sería el maestro de ceremonias. Habíamos conseguimos telas, el centro puso a nuestra disposición chocolate con churros y los internos trajeron refrescos, patatillas u otras cosas para picar. Cada uno lo que podía comprar en sus economatos para hacer nuestro particular banquete de bodas.
Llego el día de la boda y mi último día en Estremera. Había una sorpresa que ellos desconocían. Con la ayuda de las asistentes sociales habíamos invitado a gente que fuese importante para cada interno del grupo. Familia, amigos, pareja… Cuando abrieron las puertas para que entrara el público (los invitados a la boda) los que entraban eran sus seres queridos.
La emoción se reflejaba tanto en los invitados como en los anfitriones. Ese día no había internos, ni funcionarios, ni trabajadores de ningún tipo. Éramos todos participantes de una ceremonia y de una gran celebración. Una de las asistentes sociales del centro me dijo: A nosotros los internos nos cuentan sus cosas porque les conviene o saben que lo deben hacer pero tú consigues que te abran el corazón, felicidades. El director también paso por ahí. No quiso intervenir, los protagonistas eran sin duda los actores. Me miró y con una sonrisa asistió con la cabeza. Solamente me dijo: “¿Hay chocolate suficiente para todos?” Claro que había. Yo le di las gracias, él me dio la enhorabuena y se marcho.
Solamente al fondo de todo, una actriz que hacía de camarera y presidía la barra libre del convite no había tenido invitado. Fui a junto ella y en tono seco y con razón me dijo: “¿Por qué no se ha invitado a mi marido?” “Si se le invitó pero dijo que no quería venir” Su mirada se perdió en el vacío. No encontré consuelo que decirle. Solamente pude decir: “Lo siento, lo siento mucho” Entonces ella se giró, me sonrió y me dijo: “Pues yo no lo siento. Gracias a todo esto he abierto los ojos a muchas cosas que no quería ver. Estoy feliz viendo a mis compañeros y muy orgullosa de estar aquí contigo y de formar parte de este proyecto, gracias Javier. Muchas gracias.” Los dos nos fundimos en un abrazo. Ninguna felicitación me lleno tanto como esa. Sin ser consciente en ese momento, durante esa boda ficticia, yo me estaba casando y comprometiendo con una profesión y un estilo de vida.

                                                           Siso Santos.

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Muerte y resurrección

Muere totalmente para poder nacer totalmente. 
Y entonces sabes: 
cada momento hay que morir 
para cada momento volver a ser lozano, joven…, nacer. 
Esto puede suceder a cada momento, 
y una vida verdadera consiste en muerte/resurrección. 
Sucede cada momento. 
Cada momento hay que morir al pasado; 
sólo entonces se vuelve disponible el presente…, 
Y sólo puedes estar absolutamente en el presente 
si no tienes ningún deseo de estar en ninguna otra parte en el futuro, 
si no tienes ningún deseo de ser otra persona. 
Esto es lo que llamo iluminación».
                                                                   
Osho.
Me chirría cuando alguien dice: “Esa persona es muy negativa o tiene una energía negativa.” La energía es energía y punto y como energía que es, es positiva y negativa al mismo tiempo. Somos nosotros, dependiendo del momento o la situación que estamos experimentando los que lo vemos positivo o negativo. Los juicios son baratos y no valen para nada. Yo puedo prejuzgar a una persona por vivir una situación para mi negativa. En ese caso destaparía mi ignorancia. Porque ese prejuicio que he hecho sobre esa persona, puede ser el paso necesario para poder después deslumbrar más que el Sol.
En la vida vivimos y morimos continuamente. Desde el momento justo que dejamos el vientre materno muere un ciclo rompiendo el cordón umbilical y empieza el primer nacimiento en el mundo; muere la infancia nace la pubertad y así sucesivamente vamos cerrando episodios para abrir otros. La muerte es necesaria para empezar a vivir y morir no es renunciar al pasado, somos un cúmulo de experiencias, de todo lo vivido, de lo traído de otras vidas… Para ser sin darnos cuenta el complemento perfecto de nuestro entorno.
Fijaos en la primavera, nace y muere todos los años más o menos el mismo día a horas diferentes, viene todos los años pero nunca habrá dos primaveras iguales y por muy cargado que venga de flores nunca serán las mismas.
Nunca lo podría decir mejor que osho. Vivir en el pasado o vivir en el futuro es estar muerto.
Jesucristo muere y resucita. Para unos en sentido literal y para otros en sentido figurado.
 La filosofía del peregrino es vida, muerte y resurrección. El peregrino se despoja de todos sus bienes, se enfrenta a su propia muerte para encontrarse con su resurrección.
 La vida es el camino que nos permite morir y resucitar en cada instante para convertirnos en mejor persona.                                                                                                                                                                         
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                                         Siso Santos.




Danzar el cuerpo y la voz

         Todo es movimiento, desde el universo infinito hasta la más íntima célula todo esta en continuo movimiento. Los planetas, los ciclos, las estaciones, el mismo cuerpo (un mundo dentro de nosotros). El movimiento es la vida. Danza significa movimiento y biodanza vida en movimiento.
Somos cuerpo, mente y espíritu y nos comunicamos a través del movimiento y la voz. Nuestros estados de ánimo, emociones, deseos… todo lo que nos afecta o modifica en algo nuestro estado o cuerpo energético lo trasmitimos a través del movimiento y la voz.




Es nuestra herramienta para seducir, comunicar… Pero cuidado! También la trampa que nos puede delatar. Yo siempre digo a mis alumn@s «Mentirme mandándome un correo o un watssap». El movimiento y la voz son los reflejos de nuestras emociones, miedos, frustraciones, deseos y alegrías. Una profesora de teatro decía: «Cuando veas una función de teatro cierra los ojos y sabrás si lo hacen de verdad».
Siempre me gustó el trabajo corporal, movimiento orgánico,  expresivo, la biodanza… La liberación del cuerpo y la voz es la liberación del alma. Como una persona se mueve y actúa en biodanza es como lo hace en la vida. Si corregimos actitudes en la danza, en la ficción, en el juego, lo hacemos en la vida también. La voz es el reflejo de nuestras emociones por eso cuesta tanto sacar la voz (la verdadera voz) en la clase, es desnudar el alma y da pudor.
La clave de todo es la respiración.
 El bebe es un ser perfecto. Respira con toda naturalidad inflando los pulmones en cada bocanada de aire abriendo y cerrando el diafragma sin esfuerzo ninguno. Los adultos decimos cuando el niño llora con potencia: “¡Qué buenos pulmones!”. Que buenos pulmones no, que buena respiración y que bien apoyado en su diafragma. El bostezo es una respiración sanadora que a medida que vamos creciendo se nos va reprimiendo. Bostezad mucho, aprended de los bebes.  Es curioso que en momentos de inconsciencia como en el sueño sea cuando tenemos una respiración perfecta.
Hay un centro energético fundamental en el cuerpo que es el punto Hara o tan tien. Está situado cuatro centímetro debajo del ombligo, entre el abdomen y la columna. En las filosofías orientales es el eje del organismo, el punto de gravedad o el centro vital. Es un punto importante para  meditar  o simplemente para posar las manos en un estado de reposo y respirar. Una buena forma para conectar con nuestra respiración. El punto Hara o tan tien es el centro de donde salen las artes marciales, las danzas, es el punto donde las mujeres quedáis  embarazadas y el punto donde el bebé empieza su movimiento. Cuando el niño está sentado o empieza a dar sus primeros pasos se apoya en su centro vital.  Cuanto más nos conectamos con ese punto más conectados estaremos con nosotros mismos.
En la vida nacemos dos veces. Cuando venimos al mundo y cuando somos conscientes de nuestro propio cuerpo y voz.
Danzar con el cuerpo, la voz y la vida

                                           Siso Santos.

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Edén, el jardín del alma “Making of”.

     

           Mi escuela está situada en un patio interior del centro de Madrid. Paseaba con mi perra y esta se dirigió sin más hacia el interior del patio. La llamaba pero no me obedecía, le iba a caer una buena bronca seguro. Cuando llegué al patio los dos nos detuvimos. Había un jardín muy bien cuidado. Un local vacío con ventanales que miran al jardín, una fuente que de aquella no funcionaba pero yo me la imaginaba con el agua fluyendo.

 Mi escuela esta situada en un jardín, que a su vez esta situado a los pies de un jardín que pertenece a un convento. Un sitio mágico que cuando lo vi me dije a mi mismo: “Yo quiero aquí mi escuela.” Pero tenía que  esperar tres años más.
El momento en que la vida decidió que ya había llegado el momento, varias señales me marcaban el camino. Mariposas aparecían constantemente en mi vida: En los sueños, mientras daba clases o simplemente paseando. Quería crear una buena escuela y no tenía ni idea de por donde empezar. Así que puse el cielo a trabajar. Invoqué a mis guías, los médicos del cielo para que me ayudaran, use el tarot, la astrología, la numerología  y el feng shui como herramientas de trabajo.  Esto era el mes de marzo y yo no podía firmar nada hasta la luna nueva de septiembre que era cuando empezaba mi año 1. Tenía que potenciar dos virtudes de las que yo carecía, la confianza y la paciencia.
 Cuando me puse en contacto con el casero para ver el local llevaba meses  cerrado, la sorpresa fue que al entrar (yo acompañado de una alumna y amiga) pudimos observar que una mariposa volaba a sus anchas por la sala. No había duda,  ese era el lugar. Mi intuición y mis sentidos estaban al cien por cien en esa época. De esta forma el cielo o los guías invocados fueron poniendo a la gente que iba a formar parte de la escuela en mi camino.
La parte sin duda más dura y complicada para mí sería la parte técnica: Ayuntamientos, permisos, licencias, planos… No sabía por donde empezar. Lo primero que me pedían es un plano del local. ¿De donde sacaba yo a alguien que me hiciera ese plano con todo lo que me pedían? Yo pedía a mis guías y a los médicos del cielo que me llevaran ellos. No sabía ni por donde empezar. Cerca de mi casa veía en un local a unos chicos siempre trabajando con ordenadores pero no tenían ni cartel ni nada. Mi interior me decía pregunta aquí. Estaba desesperado y qué podía hacer, pues confiar en lo que invocaba. De esta forma conocí a Nacho Redruello. Yo pregunté casi con vergüenza si sabrían hacer un plano y resulta que eran arquitectos. Algo tengo que confesar que noté en él. Pues poco después me aparecieron arquitectos de hijos de alumnas que se dedicaban a  hacer proyectos y licencias. A Nacho no lo conocía de nada ni tenía referencia ninguna de su estudio Ping Pong Arquitectura  pero si supe desde el principio que tenía que ser él. Incluso le pedí que hiciera el logotipo y me vio a la primera: “La flor” con los colores de la armonía (verde, azul, ocre y rojo).  Contaré un secreto que él aún no sabe. Nacho Redruello es un maestro y su carta del tarot es el mago.
Poco a poco fueron apareciendo los profesores. El primero fue Paco Vilches, el profesor de yoga. Trabajábamos juntos dando clases en un centro cultural de Madrid, nos veíamos solamente en el cambio de hora. No le conocía de nada ni mucho menos como daba una clase. Pero me bastaba verle para saber que le quería a él. Conocía otros profesores de yoga, pero cada vez que me cruzaba con Paco una voz dentro de mí me decía: Es él. Se lo propuse y no dudó. Ahora que le conozco puedo decir que  Paco Vilches si fuese una carta de tarot sería “la templanza.” La carta de la sanación por excelencia. Ve a la gente, sutilmente se introduce en ella, y sin darse cuenta el alumno transforma su dificultad en fluidez.
A Carlos Palacios ya lo conocía, fue mi profesor de kung fú en la época en la que yo deseaba enfrentarme a mi violencia y descubrí una herramienta completamente sanadora. Sin duda le quería a él. Lo busqué y lo encontré. Carlos Palacios si fuera una carta del tarot sería por supuesto la fuerza. Con su aspecto tranquilo puede derrumbar sin esfuerzo un león.  Y en cambio no se puede encontrar a un hombre con un corazón más noble y puro.
David Gavilán llegó más tarde. Desde el principio deseaba que hubiera clases de tao yin en la escuela. Yo había practicado tao yin combinándolo con kung fú, mientras me metía de lleno en el mundo del reiki. Tengo que reconocer que fue un crecimiento muy importante para mí a nivel personal. Llamando a uno de mis antiguos profesores me recomendaron a David y desde el principio entró en su casa. Su carta de tarot serían los amantes, es el joven que se aventura sin miedo a  nuevos caminos, abierto a nuevas experiencias y conocimientos en la vida en una sincronización perfecta entre el yin y el yang.
Yo asumí el papel de madre tierra, ofreciendo mis experiencias y los conocimientos que me dieron. Pero los míos no bastan. Por eso para mi es un honor que otros profesores y maestros engendren  la semilla de sus conocimientos en esta escuela que siempre estará abierta para todos los que quieran compartir.
 Agradezco con todo mi corazón  el entusiasmo, el cariño y la fuerza de mis alumn@s que  fueron la energía yang necesaria para que todo esto diera luz. Vosotr@s creáis el jardín.
Edén, el jardín del alma.

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                                                          Siso Santos.

Edén. “El día que fui madre”

       

         

           Cuando fui avanzando más en mi nueva vida de la sanación y de la enseñanza, más eran las  ganas que crecían dentro de mí de ser madre. Se puede ser madre de muchas maneras, yo lo fui a la mía. Deseaba crear, formar una escuela, un lugar para la sanación… Ofrecí mi cuerpo, mi enseñanza, mi experiencia y un compromiso en la vida para seguir creciendo y aprendiendo. De esta forma nació mi hijo. Edén.
Quiero crear un lugar abierto para cuando alguien se sienta perdido pueda pedir auxilio, como lo he pedido yo y no me avergüenza decirlo. Un lugar abierto para que la gente pueda aprender, ofrecer o simplemente estar.   Mi objetivo es cuidar,  enseñar y amar a mi hijo todos los días, con el deseo de que cada vez sea más fuerte, sabio y vaya formando  su propia personalidad. Y cuando llegue el día que yo me tenga que ir, mi propio hijo pueda seguir con el  objetivo de ser “un punto de encuentro.”
Sería estúpido por mi parte decir que todo es merito mío. No es verdad, no lo es, nada de esto habría sido posible si el cielo no me fuera poniendo la gente idónea en el camino en el momento preciso. En la próxima entrada os contaré como se fue formando la escuela.  Hoy sólo me limitaré a compartir mi experiencia como madre. Si en ese momento yo fuera un elemento yo sería la tierra (la madre tierra) el elemento más yin de todos. La energía yin es la que parece que no está, porque es muy sutil, en cambio lo envuelve todo. Ni siquiera  yo puse el nombre a mi hijo. Fue en un sueño, un pensamiento claro y rotundo invadió mi mente y su nombre me despertó: “Edén, el jardín del alma”.
Eso era, un jardín. Mi hijo habita en un jardín. Un jardín esta lleno de diferentes y variadas flores. Las personas somos variadas y diferentes entre si y en cambio todos tenemos la misma esencia: El alma. ¿Quién puede destruir una flor? Podemos arrasar todo un terreno de flores y en cambio vuelven a resurgir.
El jueves (día de Júpiter)  19 de septiembre de 2013 con el poder de la luna llena nace mi hijo Edén. Lo recibimos en una meditación. Alumnos, amigos y algunos profesores estaban en el acontecimiento. Echamos de una forma simbólica dinero al centro de energía que habíamos creado, no había permitido hasta entonces que hubiera entrado dinero pues la entrada del primer día de dinero marcaría la inauguración. Yo como madre he escogido el día de nacimiento de mi hijo y le cielo me lo respetó
Cuando ya nos despedimos y nos fuimos cada uno a sus sitios respectivos, yo volví sólo a la escuela. Aún estaban las velas encendidas en cada uno de  los puntos cardinales, el olor del incienso y la fragancia de las flores permanecían en el ambiente. Me dirigí al centro del círculo de energía. Un escalofrió recorrió mi cuerpo. La emoción me embargó, me desplomé y lloré de una felicidad tan grande y pura que agradecí todo lo vivido hasta entonces. Todo valió la pena por sentir ese tierno y dulce abrazo de mi hijo.

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                                                     Siso Santos.

Omar Rossi (mi primer maestro)

 Siempre te recordaré Omar sentado detrás de tu órgano tocando cada tecla en sonido de piano, mientras tus alumnos te seguíamos o intentábamos seguirte con nuestras voces. A mí  me costaba un mundo y tú me decías con tu  sonrisa: “Siempre se puede más que lo que uno cree”
Yo era muy joven. Buscaba el amor casi de una forma desesperada, olvidando quererme a mi mismo. Las noches, las fiestas, el sexo y las drogas formaban parte de la rutina de mi vida. “Tienes una personalidad muy especial y mucho talento” me decías. “Te estás echando a perder”. Yo tenía una vida por delante y tú una vida vivida para saber lo que hacía y a donde iba. Todas las acciones tienen sus consecuencias y yo viví las dos cosas.
Me hundí en lo más hondo que se puede hundir una persona. En la desesperanza de uno mismo. Entonces apareciste tú y me cogiste del brazo. Yo tenía el alma rota y el cuerpo martirizado por los efectos secundarios de los tratamientos del vih de esos años. Me colocaste delante de un espejo para que me mirase en él y allí frente a frente a mí mismo me desplomé. Lloraba, gritaba y maldecía con todas mis fuerza, mientras tú me  vigilabas atentamente en un segundo plano, observando como mi rabia y mi desesperación fluían libremente por todo mi ser.  En el momento que empecé a calmarme te acercaste a mí, me abrazaste por los hombros y me ayudaste a incorpórame, me volviste a colocar frente al espejo  pero esta vez no me dejaste sólo, te quedaste a mi lado y me dijiste: “Ahora ya podemos empezar a trabajar”.
Me enseñaste a hablar, corregiste mi dislexia a golpe de trabalenguas y a pesar de mis miedos y vergüenzas me hiciste cantar. Cuando salía de tus clases era como tener el poder de volar por las calles de Madrid ¡Y como volaba Dios mío! Me regalaste un texto de Borges lleno de vida que siempre ocupará un lugar en alguna pared de mi casa. De repente una trombosis y tu alergia a los medicamentos decidieron que te ibas. Y yo me sentí huérfano de ti.
Tú siempre serás mi primer maestro Omar Rossi.
Siempre serás el primer escalón en esta trayectoria que durará mientras viva.
Te llevo en el alma Omar.
En el jardín del alma.

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                                                       Siso Santos


El alumno

          Un maestro mío me dijo una vez: “Nunca sabrás lo que sabes hasta que lo enseñes, en ese momento tu alumno se convertirá en tu maestro.”
Nunca me imaginaría yo dando clases o dedicándome a la sanación y sin embargo, sin yo saberlo, la vida me llevaba directo en ese camino. Todo lo vivido hasta ese momento  era la vivencia y aprendizaje para lo que vendría después. No quiero decir que ahora no tenga nada más que aprender, espero que siempre que queden cosas, pero si antes el miedo me paralizaba y me autodestruía, ahora el miedo es una herramienta de aprendizaje que a veces hasta me divierte y siempre me permite andar.
Yo sobre todo quería trabajar en el mundo del espectáculo. Hacía trabajos esporádicos, animaciones por la noche y los alternaba con otros trabajos como de teleoperador para ir viviendo. De repente me ofrecen unas clases de expresión corporal en un centro cultural. Estaba feliz, me imaginaba gente joven y yo dando clases en cosas relacionadas con teatro, movimiento expresivo… ¡Qué más se puede pedir a la vida Señor!
De repente entro en la clase (lo voy a decir con todos mis respetos como lo sentí en ese momento) me encuentro un carro de viejas mirándome de arriba abajo. La más directa  dijo amenazándome: “No se lo que es expresión corporal pero nosotras venimos a hacer gimnasia o nos vamos” Un jarro de agua fría cayo por encima de mí porque no podía entender lo que estaba pasando. Después me explicaron que expresión corporal es como llamaban antes los centros culturales a las clases de mantenimiento para no tener problemas con los gimnasios “Cosas de ayuntamiento.”
Me sentí timado, engañado. ¿Qué podía hacer en ese momento? Prótesis, artrosis, mujeres sin pecho, problemas de memoria… Nunca pensé que una hora pudiera durar tanto en mi vida.
Cuando acabé la clase como pude, entre rabia, impotencia y terror de no hacer daño a nadie, me tiré sobre mi teléfono móvil para llamar a la agencia que me había contratado: “¡Sacadme de aquí ahora mismo!” Estaba tan furioso que parecía estar poseído por un demonio. “Quiero que se me de otra cosa. He dejado trabajos para estar aquí y me habéis mentido. ¡Sacadme de aquí ya!” Me pidieron que me quedara una semana mientras buscaban a alguien y verían donde me podrían ubicar. Acepte el trato. ¿Qué otra cosa podía hacer?
Invocaba a mis guías, me hacía reiki, manejaba todos los instrumentos de movimiento expresivo y tao yin que practicaba como alumno, pedía ayuda a amigos que eran entrenadores y preparaba clases sobre la marcha dejándome guiar por la energía y las necesidades del grupo.  Dejé de mirarme yo y observaba a los alumnos. Era fascinante ver los cuerpos y entender que hablan solos. La intuición me decía este ejercicio para esta persona si, esta que haga este otro, esta tiene mal el hombro por ejemplo y sin habérmelo dicho era verdad. Era como entrar tímidamente en un mundo que me daba respeto  pero a la vez me estaba produciendo cierto encanto. Así transcurrieron los dos primeros días.
El tercer y último día de la semana era la despedida. Hicimos una clase especial  con mucha música, y terminamos en una relajación. En realidad era reiki pero no dije nada. Puse a unas alumnas  tumbadas y otras poniendo sus manos sobre sus compañeras. Les dije: “Dejaos llevar”  Inconscientemente fueron posando sus manos con mucha suavidad en puntos muy concretos para el reiki. Algunas durmieron, otras se emocionaron y entre todas se creaba un vinculo que sólo el brillo de nuestro ojos delataba. Una alumna asturiana con problemas de memoria dijo en voz alta: “Esta gimnasia es muy rara pero tengo que reconocer que entro por esa puerta y se me olvida que tengo dolor” Algo se removía dentro de mí. Se me acercó  al oído y me dijo: “Tú no serás un curanderu desus” Me entró la risa y la pena por ser mi último día.
Cuando llamé a la empresa me dijeron que no habían encontrado a nadie. Me pidieron que me quedara una semana más. Le dije a mi jefe que no buscara más. Me quedaba con las clases. Al colgar el teléfono me entró una especie de vértigo “¡Dios mío que he hecho¡”  Y al mismo tiempo la extraña sensación de haber llegado a un lugar hermoso.
El primer año tuve dos grupos, el segundo cinco, el tercero nueve con listas de espera en todos los grupos. Aproveché para estudiar “técnicas corporales aplicadas a personas mayores y/o con déficits sensoriales,  mentales o físicos”  y la formación de “biodanza”. Trabajaba de voluntario en la cárcel y en la asociación de Horizontes Abiertos. Dando clases también a extoxicómanos la mayoría de ellos con problemas de salud en estado muy avanzado.
He sido una persona muy privilegiada en poder prepararme  y tener a vosotros mis alumnos “mis maestros” todos los días dándome vuestras enseñanzas. Gracias a todos mis alumnos porque yo nunca sería maestro si vosotros no estuvierais enseñándome a mí a vivir.
Gracias desde el jardín del alma.
                                                                    Siso Santos.

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El misterio del camerino (segunda parte)

El misterio del camerino
2º parte
“Superación García
Para superarse día a día…”
Actriz, bailarina, modelo y cantante.
“Vengo de un planeta muy lejano en otra galaxia, donde los cánones de belleza son completamente diferentes a los del planeta Tierra. Yo en mi planeta, aunque parezca extraño creerlo, no era más que una chica cualquiera.  Me juntaba con mis amigos Superman, Supergirl, Superhéroe, Supermercado… y hacíamos planes para el futuro. También venía con nosotros mi querida y odiada amiga La Peñasco. Ella lo conseguía siempre todo. Todas queríamos ser como ella y todos los chicos se enamoraban perdidamente de La Peñasco. ¿Cómo poder competir con una belleza de ciento noventa kilos, llena de granos por todo su cuerpo y con un aliento fétido que enamoraba a todos los hombres? Yo jamás conseguí tener un grano. Ella los tenía todos.
Superman fue mi primer amor y la gran decepción de mi vida. Un día descubro a Superman con la hija de la gran puta de La Peñasco retorciéndose en el suelo como cerdos. Me dio un ataque de celos que me moría. Dios mío… Mándame un rayo que me parta. Pero Dios no me miraba a mí. Sólo tenía ojos para La Peñasco. Llena de frustración abandoné mi planeta y vine a la tierra, donde la gente sois más vulgares y corrientes. Y creé mi propia escuela de modelos.
Advierto a todos los hombres que me estéis leyendo. Antes de que terminéis este texto estaréis enloquecidos de amor por mí.  Os suplico que controléis vuestros impulsos. No tengo corazón y cuerpo suficiente para satisfacer a tanta gente. En el fondo soy humana…”
Esta era la historia de mi personaje, actuaba en despedidas de soltero, cenas de empresas, congresos… trabajaba en un hotel de la Gran vía y  en discotecas. Fui la imagen de una empresa de animación y de una cadena de gimnasio femenino. Cuando terminaba de actuar me vestía de calle  y cruzaba la sala con mi maleta donde estaba el publico sin hablar con nadie para que  no me reconocieran. Conservando así “el misterio del camerino.”
Hasta que un día llego él. Fué en una discoteca de  Madrid. Mi personaje estaba como animadora de sala interactuando  con el público. De repente apareció entre la gente y me dijo: “Como me pones guapa” Lo tomé simplemente como uno más del local y no le hice ni puñetero caso. Pero si hablaba con alguien o interactuaba de alguna forma él interrumpía; Yo decía para mí “que pesado”.  Y a solas me decía cosas subidas de tono que a mí me descolocaba.  Empecé a fijarme en él y me gustaba; siempre me tenía una copa a su lado, hablamos, reímos, nos calentamos  y terminamos dándonos el tlf y correo.
 El se fue con sus amigos y yo me quedé conservando el “misterio del camerino”. Nadie se había enterado de la magia que había ocurrido entre nosotros. Estuvimos un tiempo mandándonos correos y mensajes. Me pedía fotos en las que solo podía estar vestida de drag queen, no quería verme para nada de chico. Que nada rompiese la fantasía que se había creado. Fantaseaba que le hiciera masajes vestida de drag queen, que fuese su amante secreta.  
El primer día de nuestra cita, cuide hasta el último detalle de vestuario y maquillaje, excepto la purpurina, evitando llevarse rastros de mí. En el momento que entro en mi casa nos buscamos y nos besamos como locos. Había tanta tensión sexual acumulada que no podíamos esperar más.  “Quiero que seas mía. Me tienes loco. Que seas solo para mí” Le abracé con fuerza asistiendo al deseo de ser suya.  Deseaba sentirle todo lo posible. Que los dos cuerpos fuesen uno sólo. Nuestras caricias y abrazos eran el baile sincronizado de dos amantes que estaban surgiendo. El erotismo, la pasión, la magia y el morbo crecían por momentos hasta explotar los dos juntos en un solo clímax.  
La historia duro algo más de un año. El siempre buscaba el morbo y la fantasía del primer día. Pero a mí cada vez se me hacía más duro ser una amante secreta que ni siquiera era yo, era un personaje. Poco a poco fui descuidando el maquillaje y el vestuario para ir surgiendo yo, él me tiraba pitadas, y empecé a tener celos de mí. Un día que tenía muchas ganas de verme le dije que no tenía  tiempo en prepararme. Insistió que le daba igual, que quería verme. Me mostré como era yo.  No hubo pasión, ni amor, ni magia,  ni siquiera besos.  Sólo un orgasmo por su parte. Cuando se marcho supe que no volveríamos a vernos. Sentí un golpe sordo en el pecho al cerrar la puerta, la liberación de ser yo mismo y el peso de la soledad de una cama vacía.
Las Hadas no pueden tener pareja.
No, las hadas no. Pero yo si…

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                                                                 Siso Santos.


El misterio del camerino (primera parte)

1º parte
“Las hadas, como la mayoría de los seres de luz,  pueden amar y ser amadas pero nunca pueden tener pareja. Si lo hicieran, se apartarían de su misión de guiar a sus protectores.”
Coincidía que yo trabajaba por las noches de drag queen cuando empecé a estudiar e investigar sobre los guías espirituales: Algunos fueron antes materia (humanos), otros son Ángeles, seres de luz,  médicos del cielo… Cada uno tenemos nuestros propios guías, pero lo importante es que podemos contactar con ellos, conocerlos o pedirles ayuda. Por ejemplo a través de una meditación los invoco y puedo hacer un tratamiento con ellos a través del agua o comunicarme con esa invocación a través de la escritura automática o simplemente en una sesión de reiki. Gracias a ellos pude entender muchas cosas en mi vida. Pídeles ayuda y te darán lo mejor para ti (Que no tiene que ser lo que quieras tú).
Sé que mis guías vienen de los espíritus elementales de la naturaleza (Hadas, duendes, gnomos…) Sé que si dijera que los he visto me tomarían por loco así que sólo diré que los he sentido. Cuento esta pequeña introducción para poder narrar mejor esta historia. Una historia que empieza en un camerino.
Llevaba poco trabajando de drag queen en despedidas de soltero y locales de Madrid. Yo al principio no era una buena drag queen, lo tengo que admitir, se me daba fatal el maquillaje. Sólo el maquillaje de una buena darg queen es una obra de arte. Una base completamente blanca para tapar las sombras de la barba, con pegamento y un cepillo estiraba las cejas y después extendía carne artificial. Con una base de maquillaje especial para espectáculos formaba  una mascara neutra en la cara, después empezaba a pintar y darle forma a los ojos, primero uno y después el otro, terminando con las pestañas postizas, labios, pómulos y sombras, polvos blancos para dar luz y terminamos con brillantina. Echas un poco en la palma de la mano lo besas y soplas, te queda justo el brillo que tiene que tener los labios y el resto sobrante se esparce volando por el espacio. Es el toque mágico del ritual.
Esa noche actuaba en un pueblo fuera de Madrid, me llevaba una maleta con mis bártulos: tacones, peluca, maquillaje, ropa… Ya de casa  salía afeitado y depilado. Era un restaurante bueno de cenas que empezaban a hacer espectáculos y yo debutaba  por primera vez.
Me estaba maquillando tranquilamente con toda la calma del mundo y bebiendo mí agua, dejando atrás el mundo rutinario de mi vida para empezar a reencarnarme  en mi personaje. Cada pote o sombra que me echaba en la cara era un paso más alejado de mí y más cercano a mi personaje, hasta sólo ser ella.
Faltaba ya sólo para maquillarme mi últimos retoques para los que me miro en el espejo y… ¡Horror…! Se me había olvidado depilarme una axila. Una si la tenía depilada pero la otra no y asomaba un mostacho enorme debajo del sobaco. Me tiré a la maleta con la esperanza de poder tener por casualidad una maquinilla de afeitar desechable. No tenía nada, ni siquiera unas tijeras. ¿Qué podía hacer? Estaba en bragas y en medias y no podía salir a pedir auxilio por que la gente que estaba cenando me vería. Tenía que encontrar a alguien del restaurante. Quizás alguien tuviera una maquinilla de afeitar. Vigile detrás de la puerta, con ella un poco entreabierta a ver si pasaba alguien. Faltan 15 minutos. De repente pasó un camarero. “Por favor ayúdame, necesito una maquinilla de afeitar, a ver si tiene alguien.” Mientras esperaba me puse el vestido, a ver como lo podía solucionar. Era un vestidito corto en color morado que se unía con dos cordones de tirantes en la nuca dejando la espalda al descubierto. No tapaba nada. Vino el dueño del restaurante, “que lo haya conseguido Dios mío” Nadie tenía una maquinilla de afeitar. ¡Ya esta todo listo, cuando quieras empezamos!-Me dijo.  Me miré en el espejo. Me quería morir. “¡SOCORRO…!”
No tenía nada que perder así que decidí probarlo. Terminé de arreglarme, me puse un pelucón rosa precioso y mis botas altas de tacón. Me senté, respiré hondo e invoqué a mis guías. Les sentí, mi cuerpo entraba en calma, de mi espalda salían como dos alas enormes que por supuesto sólo yo notaba. Sabía que era un hada: guíame tú. Cogí mi abanico y ya estaba lista.
El espectáculo empezó y yo me sentía volando sobre los tacones por el salón del restaurante al ritmo de la música. 
“Superación García
Para superarse día a día…”
Actriz, bailarina, modelo y cantante.
Caminaba por el espacio con todos los sentidos a flor de piel, podía percibir y sentir a cualquier persona de la sala. Mis tacones eran dos armas que se clavaban en la tierra y mi abanico, que siempre tuve mucha destreza en su manejo, se había convertido en una vara mágica, que me conducía por la sala…
-Estas envuelta en magia que nos gustas a todos.-  Me dijo una señora.
Yo no contesté  nada. Sólo un guiño de abanico.
                                                               Continuará
                                                                    Siso Santos




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Felicidad

“La felicidad es una sombra de la armonía, sigue a la armonía. No hay otra manera de ser feliz.”
“La vida es tan grande que no hay modo de agotarla. No hay manera. Cuanto más penetras en ella, más vastas son las posibilidades que te abren sus puertas. Si, puedes alcanzar una cima, pero luego hay otra y otra y es un nunca acabar.”
                                                                                              0sho.
Nos pasamos la vida buscando la felicidad, nos creemos que al llegar una meta soñada allí está la felicidad pero las metas no existen, son sólo puertas para otro camino. Cuando ponemos la meta como finalidad, encontramos el vacío.
Si alguien me pregunta si soy feliz, la respuesta es clara: Si, lo soy. 
Mucha gente se llevaría las manos a la cabeza. ¿Cómo vas a ser feliz? No tienes pareja, no tienes estabilidad en nada. Y yo pregunto: ¿Qué es tener? Lo que crees que tienes hoy igual no lo tienes mañana. En vez de tener prefiero crear. Si el amor llega a mi vida no quiero tener una persona para mí, quiero crear una vida con él.  No quiero tener un trabajo que me de esclavitud, quiero crear un trabajo que me haga crecer.
Yo he escogido la vida que deseo y como en todo aprendizaje tengo caídas pero también soy consciente de que la vida nunca me dará una caída de la que no me pueda levantar. El tropiezo es el primer paso para la sonrisa. El niño primero llora y después ríe.
La vida está hecha de momentos sin juicios, ni malos ni buenos, sólo momentos.
 Quiero disfrutar con todos los momentos que alimenten mi alma y me hagan ser mejor persona. Quiero crecer como ser humano para poder entender mejor a la gente y poder ampliar mi proyecto de vida.
Voy a disfrutar de mí y del mundo que me rodea. Con sus despedidas y bienvenidas, con su aquí y su ahora. Envolverme con los regalos que me de la vida. Y el día que me vaya a mi otro lugar decir: “¡Dios mió como he gozado!”.
Gracias a todos los que formáis parte de mi felicidad.
                                                            Siso Santos

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Amor

    

                El amor es la energía vital que nos da la vida. Todo lo que nos ocurre en la vida, absolutamente todo es un gesto de amor.
Cuando estudié el I ching y la filosofía oriental entendí que somos nosotros los que decidimos cuando venimos, que familia escogemos, que queremos experimentar. Todo lo que nos ocurre en una vida es lo que necesitamos para crecer y experimentar. Los acontecimientos que vivimos y las personas que vamos conociendo en la vida son las necesarias para este aprendizaje y son gestos de amor.
Un cuento hindú dice: » Dos almas están en el cielo preparándose para encarnarse en la tierra y una le dice a la otra: 
-Quiero entender lo que es el dolor y el sufrimiento, necesito que me ayudes.
-Te ayudaré. – Le dijo la otra alma – pero con la condición de que luego no me odies.
Hicieron ese trato y las almas se reencarnaron en la tierra. Uno era un gran señor y el otro su esclavo.
El señor le hizo todas la perrerías y maldades que se le pueden hacer a un ser humano.
Cuando vino la muerte se llevó a los dos el mismo día. Cuando las almas dejaron sus cuerpos se miraron, se abrazaron y llenos de amor se dieron las gracias.»
Estamos envueltos y rodeados de amor, ni siquiera el desamor existe, eso es también amor.
El desamor no es mas que permitirme cerrar una puerta con todo mi cariño y agradecimiento a una situación vivida y terminada para abrir otra puerta con todo mi amor y recibir todo lo que la vida me de, que será lo que necesito en ese momento.
Estamos rodeados de amor cuando estamos en el vientre de la madre, cuando nacemos, familia, amigos, enemigos, parejas, trabajos, todo aporta para experimentar lo que he decidido vivir en esta vida.
También es amor cuando vienes tú. Te pones a mi lado o enfrente. Nos miramos y nos vemos, sonreímos. Sin pronunciar palabra me dices: «ya estoy aquí» y yo que no puedo hablar me derrito ante tí. Eso también es amor.
Este texto te lo dedico a ti porque te amo.
                                                                Siso Santos