Ceremonia de la luna llena de la primavera

Ceremonia de la luna llena

1.- Un bol de cristal lleno de agua

2.- Velas (Blanca, azul, verde, amarillo o dorado y violeta)

3.- Flores blancas

4- Hierbas (romero, laurel…) al gusto de cada uno

5.- Incienso

6.- Piedras, joyas, monedas

7.- Aseguremos que todos los elementos están en la ceremonia

8.- Cuenco de barro donde se podrán quemar papeles, blog de hojas en blanco y lápiz

-Preparación del ritual

-Creamos un altar señalando al norte yo me colocaré en el sur del altar.

-Coloco el bol de agua en el centro. Donde hecho las flores blancas (Puedo dejar también algunas a parte en un jarrón) y hierbas que yo haya escogido: ejemplo romero, laurel, manzanilla…

Colocamos las velas.

Centro blanco. Representa la luna. La gran madre.

Este amarillo o dorado.  Aire. Lo social, prosperidad…

Sur violeta. Fuego. Prestigio, la gran transmutadora. Estamos haciendo una ofrenda a la luna sino un color adecuado al sur sería el rojo.

Oestes azul Agua. La familia y los estudios

Norte Verde.  Tierra. La salud.

Una vez colocadas las velas, el bol del agua y las flores iremos creando nuestro altar, con el incienso, piedras, amuletos, joyas u objetos personales que deseemos que se carguen con este ritual.

Las velas se encenderán de este orden. Se empieza por el este (el sol naciente), el sur, el oeste, el norte y se termina con el centro con la luna.

Cada vela que se encienda se le dirá la siguiente frase.

Este: Con esta luz traigo el aire al este para iluminar mi templo (Respiro)

Sur: Con esta luz traigo el fuego al sur para iluminar mi templo (Respiro)

Oeste: Con esta luz traigo el agua al oeste para iluminar mi templo (Respiro)

Norte: Con esta luz traigo la tierra al norte para iluminar mi templo (Respiro)

Centro: Con esta luz me uno a la luna para iluminar mi templo (Respiro)

Llevamos manos en posición de oración a la altura del corazón, conectando la colonilla al cielo y sintiendo la energía, mentalmente daré las gracias a la poderosa luna y pido un deseo que lo voy a escribir en papel blando y a lápiz. Arranco la hoja, la doblo y la guardo conmigo. Lo llevaré al corazón y meditare con mi deseo en el corazón cubriéndolo con las manos.  Podre hacer una pequeña meditación o cantar algún mantra, cada uno como más le resuene.  Eso sí, siempre con la intención de dar las gracias a la luna por toda la energía con la que siempre nos bendice. Una vez acabado, el deseo forma parte ya de una nuestra realidad. Meto el papel en la urna de barro y lo prendo con una cerilla.

  La ceremonia terminara dando gracias a la luna, a nuestros maestros.

 Las velas no se apagan, se deja el altar tal como está hasta el día siguiente, si no es posible se llevan las velas sin apagarlas a un lugar seguro donde puedan prender sin peligro.

El agua del bol al día siguiente servirá para pulverizarnos, limpiarnos o regar las plantas. Nunca desperdiciarla.

En el jardín del alma

Siso Santos