La maestría de los registros

La maestría de los registros

Hace tiempo que tengo abandonado este blog mío, donde es un pequeño rincón para mi alma donde yo comparto experiencias de mi vida. Pero hoy me sale volver a escribir y abandonarme a este diario que simboliza pequeñas anécdotas que representa mi vida.

Hoy más que nunca puedo decir que el cielo me concedió un regalo maravilloso. Hace unos meses descubrí el poder y la magia que tienen los registros akásicos. Para los que desconocen esta terapia puedo deciros que es un bello camino donde muestra nuestra propia esencia.  Donde nuestro yo más puro te ilumina, te apacigua, te calma y trasporta a tu verdadera esencia. Nada hay que temer, todo está bien. Hemos vivido lo que hemos necesitado vivir y tenemos ahora el prestigio de poder transmutarlo para nuestro propio beneficio, nuestra madurez y como  nuestro mejor regalo para el mundo que nos rodea.

Desde el primer momento en el que estamos con los registros abiertos (en la presencia de nuestro propio yo) nos envolvemos en una energía del amor más puro con el podáis soñar. Estamos cuidados y protegidos por los maestros de los registros, nuestros guías espirituales y todos aquellos seres de luz que tienen algo que ofrecerte. Desde ese momento déjate ir. Que maravilloso no tener nada que hacer. Solamente ser y poder disfrutar por unos instantes de nuestra propia luz. Esa luz de la que tantas veces nos olvidamos.

Hoy, vuelvo a repetir, la vida me dio un regalo maravilloso. En la última meditación, antes de la última lectura de registros que lo hacía con mi compañera Diana. Te doy las gracias Diana y me las doy a mí mismo también por permitirnos mostrarnos. Fue una belleza. Pero me voy a centrar es esa última meditación aunque le voy a llamar iluminación, guiada por una maestra con mayúsculas. Gracias Asunción por compartir este conocimiento y camino. Gracias porque este camino de luz me ha enseñado que todo lo vivido ha valido la pena. Ahora sé que todo lo que la vida me da; aunque pueda parecer negativo, no me da nada que no me de conocimiento y que yo no pueda transmutar.

La iluminación empezó, como muchas meditaciones sentado. La voz de Asunción se convirtió en un conductor por los canales de los registros que a cada uno se nos abría. Sobra decir que toda la energía que se respira en la sala es amor puro. Yo me abandoné y me dejé llevar por donde los registros y los maestros quisieran guiarme.

“Un canal de energía violeta me trasladó al interior de un enorme templo. Era una hermosa catedral en forma de cruz, majestuosa y cargada de luz. Un hombre mayor me recibió. Me acompañó al centro del templo. El edificio estaba lleno de gente. Eran maestros y seres de luz. El hombre mayor me abandonó en el centro del templo con una sonrisa y templanza que me hacía sentir en mi casa. El foco de luz ascendente me elevaba.   Tres escalones me elevaron  del templo, todo se expandía en un firmamento sereno azul y blanco.  Luz y amor envolvía todo, incluso el silencio era música. Hay reconocí a Dios. Me extrañó: “¿Esto es todo? Vacío!”. No. Nada era vació, miles y miles de ángeles o seres estaban allí. El cielo es un estado. Todos los seres de luz eran seres de amor trasmitiendo amor en esencia pura. Todo mi ser es amor. No puedo describir la emoción.  Nada tiene fin, nada tiene límite, todo es amor en continua expansión…  Ya era hora de marcharse, así me lo indicaron y de ese modo volví al templo donde los maestros y los guías se encontraban. Ahí me trasmitieron el siguiente conocimiento.

La importancia de la expansión y de la unidad en crecimiento. Por eso es necesario encarnarse en materia y ocupar diferentes planetas con formas de vidas diferentes. Pero la esencia de todos los seres con conciencia, es necesaria para experimentar. Nosotros creamos y ocupamos un planeta. Le damos vida y amor y reencarnamos todas las experiencias necesarias para un crecimiento. Por eso también creamos lo que llamamos mal. En necesario para entender el amor en el estado más puro y todo nace de la misma fuente. Cuando volvemos a llegar a la esencia. Hay un estado de vibración muy poderoso. Siempre hay planetas nuevos creando vida y otros llegando a la cúspide de iluminación.

Hay una vibración tan inmensa de amor universal en el espacio que nuestra mente no tiene la capacidad de captarla. Porque no es el momento adecuado. Pero ese momento llegará…

…Cuando así lo indiquen los maestros.

Doy las gracias a tod@s mis compañeros de registros que hicieron  que este encuentro sea un viaje de luz inolvidable. Un viaje que no tiene limite, deseo seguir compartiendo y creciendo con vosotr@s

Siso Santos.

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