El camino del proceso

         Cuando empezamos algo nuevo en la vida, tanto sea un sueño, un proyecto, un curso… Es empezar una aventura donde podemos imaginarnos y soñar con la meta o un resultado. Pero lo mejor es vivir cada momento observando y meditando cada paso de ese proceso. El final no importa tanto porque lo mejor en el camino es no poner ese final que nos limita. Lo mejor es crear un camino sin fin donde no nos pongamos metas. Aunque la meta sea la excusa perfecta para empezar la aventura. Las metas son muertes que llevan a un vacío pero cuando estamos aprendiendo algo que nos gusta y nos enriquece lo más maravilloso es dejarse sorprender por los distintos caminos y experiencias que nos hacen crecer en nuestro proceso de madurez y crecimiento.
Quiero dedicar esta entrada a aquellas personas que en un aspecto u otro de su vida están aprendiendo y creciendo. El disfrute y el gozo es la mejor herramienta para cualquier estado de crecimiento. El disfrute es lo que nos dice que el camino que hemos escogido es el adecuado en el momento en que estamos en la vida.
Nada es por azar. Ni el proceso que hemos escogido para experimentar ni el grupo o la gente con quien lo estamos compartiendo. Todo es una conjunción perfectamente sincronizada por el universo para que así suceda.
Cada paso que damos es el camino perfecto a la dirección adecuada, lo creamos o no, en ese momento. Así que no temer. Estamos en la dirección correcta de nuestra vida y los ángeles nos acompañan.
Quiero dedicar esta entrada a todos los caminantes que emprendéis una aventura. Pero en especial se lo quiero dedicar a Nacho Redruello por ser un caminante, un guerrero de luz y sobre todo mi amigo.
Desde el jardín del alma.

Siso Santos.


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