En el capullo de seda.

     Este viernes pasado volví a reencontrarme con los médicos del cielo, esta vez fuimos guiados en mi escuela por mi compañera Isabel Martínez Gordillo. Es un placer abandonarme de nuevo a la voluntad de los guías, invocarlos y simplemente fluir a donde ellos te lleven.  Este viernes pasado volví a reencontrarme con mi esencia y volví a vibrar de nuevo con mi conexión con las hadas. Este viernes pasado he sentido el descanso de estar protegido y acompañado.
Por fin he entendido por el momento personal que estoy pasando en este momento. No, no estoy enfermo. Aunque llevo casi un año con dolor y apenas pudiendo andar. Los músculos de mis piernas contraídos y mi sistema nervioso muy sensible a los dolores. La frustración, la rabia y la cólera se apoderaron muchas veces de mí. Quiero andar y mis piernas me ponen límites. Se que no estoy enfermo pero mi vida me dice párate, me resisto y me caigo.
Después de la invocación y sintiendo la compañía de los médicos del cielo por el espacio. Isabel se me acercó y me dijo recuerda tu conexión con las hadas. Respiré y sentí el abandono de mi cuerpo. La compañía de mis guías, no estaba solo. Mi alma flotaba y mi cuerpo por unos instantes no tuvo dolor.
“Cambia tu dieta y despójate de viejos hábitos que ya no te son favorables para la vida que has escogido vivir. No estas enfermo. Como oruga has trabajado duro. Descansa. Has creado tu propio capullo de seda. No temas. Cuando rompas el capullo de seda hecho con las vivencias  saldrás convertido en una mariposa. Las alas serán tu fuerza convertida en belleza.” 
He cerrado los ojos y he visto a  la mariposa en la que me quiero convertir.  La Mariposa Atlas es la más grande del mundo  pues llega a medir de unos 20 a 30cm  y una de las más hermosas. Sus colores vivos ahuyentan a sus enemigos creyéndola  venenosa, siendo completamente inofensiva. Vive en el sur de china y una de las características es las propiedades des sus sedas finas y muy resistentes. Permitidme y perdonarme todo este pequeño pecado de vanidad y coquetería.
Mi osteopata José Jiménez, un gran sanador,  me dijo un día: “Ser sanador es un camino difícil, un compromiso continuo con uno mismo y con el mundo.” Yo soy una persona de naturaleza cabezota y muy rebelde lo tengo que reconocer, causándome a veces yo mismo muchas resistencias.   El es un sabio con muchos conocimientos y sabe tocarme la fibra para hacerme a veces reír, pelear y llorar, es sin duda una de las personas claves en este proceso de sanación.
Gracias a todos los que me acompañáis en este proceso.

96 800x600 Normal 0 21 false false false ES-TRAD JA X-NONE

                                                           Siso Santos



Una respuesta a “En el capullo de seda.”

Deja un comentario